Después de semanas de negociaciación y tras el encargo de investidura por parte del Jefe de Estado español, Felipe VI, parece que se acerca la posibilidad de un nuevo gobierno encabezado por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Tanto el propio PSOE como Junts han sellado un compromiso para “abrir una nueva etapa” que busca resolver el “conflicto histórico” en Cataluña.
Este acuerdo, alcanzado después de intensas negociaciones y desencuentros, establece un marco para abordar las discrepancias y trabajar hacia una solución política y negociada.
El texto del acuerdo refleja la complejidad de las posturas entre las dos partes. Mientras Junts considera “legítimo el resultado y el mandato del referéndum del 1 de octubre” y la declaración de independencia de 2017, el PSOE niega cualquier legalidad y validez a dichos eventos, manteniendo su rechazo a acciones unilaterales.
Este pacto supone la creación de una mesa de negociación que aborde dos grandes áreas: la “superación de los déficits y limitaciones del autogobierno” y las relacionadas con el “reconocimiento nacional de Cataluña”. Aunque ambas formaciones parten de “posiciones divergentes”, el compromiso es desarrollar una dinámica para la resolución del conflicto.
El origen del conflicto se remonta a la sentencia del Tribunal Constitucional en 2010, que rechazó el Estatuto catalán. El acuerdo reconoce que esta sentencia desencadenó una serie de movilizaciones independentistas, estableciendo así un contexto para comprender las tensiones políticas en la región.
El documento también adelanta las intenciones de Junts, que buscará un referéndum pactado y un pacto fiscal para Cataluña. Sin embargo, el énfasis del acuerdo recae en la necesidad de abordar las demandas desde una perspectiva política y negociada, marcando un cambio significativo respecto a la vía unilateral que caracterizó el proceso en 2017.
Uno de los aspectos más destacados del acuerdo es la inclusión de una ley de amnistía, que se presentará oficialmente la próxima semana. Según Santos Cerdán, principal negociador del PSOE, esta ley cubrirá a “todas las personas relacionadas directa o indirectamente con el procés” entre 2012 y 2023, excluyendo a aquellos procesados por causas no relacionadas con la crisis independentista.
Tanto el PSOE como Junts han destacado las profundas discrepancias entre ellos, pero han coincidido en que este acuerdo devuelve el conflicto al ámbito político.
En Bruselas, Cerdán celebró el acuerdo como una “oportunidad histórica para resolver un conflicto que solo desde la política puede y debe resolverse”. La firma de este pacto no solo implica la amnistía, sino también un acuerdo político que incluye una mesa de diálogo con un mediador internacional, reflejando la complejidad y la importancia del compromiso alcanzado.
En su conjunto este acuerdo entre el PSOE y Junts más el concretado también con el PNV, aunque arriesgado, puede ser un paso significativo hacia la resolución del conflicto catalán si existe un verdadero interés por las partes. Cabe recordar que en los últimos tiempos ha habido una desescalada de las fuertes tensiones que provocaron la división de la sociedad catalana y desestabilización del Estado.
Redacción
En Positivo