La búsqueda constante de la felicidad a lo largo de nuestras vidas ha sido un tema que ha intrigado a científicos, economistas y filósofos durante generaciones. Pero, ¿existe un patrón subyacente que defina nuestra felicidad a medida que envejecemos? Un grupo de economistas se aventuró en este terreno aparentemente inexplorado y descubrió un fenómeno sorprendente: la felicidad sigue una curva en forma de U a lo largo del ciclo de vida.
El estudio, liderado por el profesor Andrew Oswald de la Universidad de Warwick y el economista laboral David Blanchflower de Dartmouth College, analizó datos recopilados a lo largo de dos décadas en Estados Unidos y Europa, en los que se preguntaba a miles de personas al azar sobre su nivel de felicidad y satisfacción en la vida. Aunque inicialmente se centraron en la relación entre el trabajo y la felicidad, lo que descubrieron fue un patrón que sugería que la felicidad seguía una curva en forma de U a lo largo de la vida.
Según Blanchflower, “las personas son muy felices cuando tienen 16 años, y luego esa medida de felicidad disminuye constantemente y alcanza un punto bajo alrededor de los 48-50 años”.
La crisis de la mediana edad parece ser una realidad que afecta a una amplia gama de personas, independientemente de su riqueza o estatus social. Este período de la vida también es cuando las tasas de suicidio, depresión y adicción alcanzan su punto máximo.
Sin embargo, la buena noticia es que, una vez que se alcanza el fondo de la U, la tendencia es ascendente. A medida que las personas envejecen, su felicidad tiende a aumentar nuevamente, alcanzando niveles similares a los experimentados en la juventud.
Esto se ha confirmado a través de datos recopilados en diversas partes del mundo, lo que sugiere que la curva en forma de U es un fenómeno universal.
La pregunta que surge es por qué ocurre esta crisis de la mediana edad y cuáles son sus causas. Se han propuesto varias teorías, como la idea de que a esta edad las personas se dan cuenta de si han alcanzado sus aspiraciones de juventud, lo que podría ser psicológicamente desafiante. Pero, en última instancia, la respuesta a esta pregunta sigue siendo un misterio.
Un aspecto interesante del estudio es que la curva en forma de U no es exclusiva de los seres humanos. Los investigadores también observaron patrones similares en grandes simios, como chimpancés y orangutanes. Esto plantea la posibilidad de que este patrón tenga raíces más profundas en la naturaleza humana y en el proceso de envejecimiento.
A pesar de las pruebas acumuladas que respaldan la existencia de esta curva en forma de U, no todos están de acuerdo. Algunos psicólogos argumentan que es una ilusión estadística que surge de grandes conjuntos de datos, y que los estudios detallados de personas reales son más valiosos. Sin embargo, la idea de que la satisfacción con la vida puede verse afectada por un patrón independiente de circunstancias sigue siendo intrigante.
En última instancia, este estudio nos deja con la esperanza de que la crisis de la mediana edad es un período normal y pasajero en la vida de una persona. A medida que envejecemos, la felicidad tiende a recuperarse, lo que sugiere que el viaje de la felicidad es un ciclo que continúa a lo largo de la vida.
Aunque el enigma de por qué experimentamos esta crisis en la mediana edad aún está por resolver, saber que la felicidad puede volver a florecer con el tiempo es un consuelo para muchos.
Redacción
En Positivo
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