En el universo intelectual francés, Thomas Piketty brilla con luz propia. Este economista mediático e influyente pertenece a una estirpe de pensadores que no solo interpretan el mundo, sino que buscan transformarlo. En un país que ha visto emerger variados gigantes intelectuales, Piketty ha logrado destacar, y su influencia se extiende más allá de las fronteras de Francia.
En 2013, Piketty provocó un verdadero fenómeno con su libro “El capital en el siglo XXI“, que vendió más de 2,5 millones de copias. Su obra puso en el centro del debate público la cuestión de las desigualdades, un tema que parecía haber quedado en el olvido. Candidatos presidenciales en Estados Unidos, como Elizabeth Warren, y la Casa Blanca de Barack Obama se disputaban sus ideas. Aunque la “pikettymanía” de aquel entonces ha disminuido, su influencia perdura.
A lo largo de una década, Piketty ha continuado publicando libros que abarcan diversas disciplinas y que buscan explicar el mundo en la tradición de la escuela de la revista Annales, una corriente multidisciplinaria de historiadores fundada en los años veinte.
Como señala el historiador Pierre Rosanvallon, Piketty es un “intelectual público” cuyo trabajo científico ilumina los debates contemporáneos. Al igual que los existencialistas que capturaron la angustia europea de posguerra, Piketty encontró un tema oportuno: las crecientes desigualdades. A través de un análisis minucioso de datos y una perspectiva histórica, dio vida a su teoría, utilizando incluso referencias literarias para explicar el proceso de acumulación de capital.
Recientemente, Piketty ha coescrito y publicado en su país natal “Una historia del conflicto político” junto a la también prestigiosa economista Julia Cagé, su pareja. Este libro se centra en la política en Francia y sigue su método característico: recopilar una impresionante cantidad de datos y analizarlos desde una perspectiva política. Los autores proponen un camino para que la izquierda recupere el favor de las clases populares en las zonas rurales de Francia.
El análisis que proporcionan Julia Cagé y Thomas Piketty en su libro, enfocado en el comportamiento electoral en Francia a lo largo de la historia y sus implicaciones para la política contemporánea, arroja luz sobre varios temas cruciales. La investigación no se limita a los resultados electorales, sino que profundiza en las causas subyacentes, las desigualdades socioeconómicas, la relación con la propiedad y la dimensión espacial de la política. También desafía algunas percepciones comunes sobre el papel de las temáticas de identidad en la política.
Uno de los hallazgos destacados es la “regresión democrática” observada en Francia, caracterizada por la disminución de la participación electoral y una creciente brecha entre territorios ricos y pobres.
Esto subraya la importancia de la oferta política en la participación electoral y sugiere que abordar las desigualdades socioeconómicas puede ser crucial para revitalizar la democracia.
Además, los autores introducen la noción de “clase geo-social”, que incorpora diversas dimensiones socioeconómicas, como el acceso a servicios públicos y la propiedad. Este enfoque multidimensional resalta las desigualdades territoriales y su crecimiento desde la década de 1980-1990, lo que puede tener importantes implicaciones para la política.
La relación con la propiedad se destaca como un factor determinante en los comportamientos políticos, especialmente el acceso a la vivienda y la posesión de propiedades. Esto lleva a la conclusión de que una mayor distribución de la propiedad podría ayudar a contrarrestar la progresión de los partidos nacionalistas.
Los autores también plantean la posibilidad de una desaparición de la tripartición política actual y ofrecen sugerencias para la izquierda, como la introducción de una herencia mínima y medidas de distribución de riqueza.
Argumentan que abordar la distribución de la riqueza es fundamental para contrarrestar el atractivo de los partidos nacionalistas.
A pesar de estos hallazgos sólidos, hay algunas reservas metodológicas y políticas. Por ejemplo, el análisis se enfoca en las estructuras del voto a largo plazo, lo que podría pasar por alto las dinámicas y las percepciones individuales que influyen en las elecciones. Además, la definición del bloque “nacional-patriota” se presenta como heterogénea, lo que podría requerir una mayor claridad. Finalmente, el análisis limitado del “conflicto político” al marco electoral podría llevar a una perspectiva demasiado cautelosa.
THOMAS PIKETTY
Es un economista francés especialista en desigualdad económica y distribución de la renta. Desde el año 2000 es director de estudios en la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales
Redacción
En Positivo
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