La lógica nos diría que la tendencia natural del ser humano sería intentar disfrutar de lo bueno de la vida; sin embargo, a menudo vemos como nos recreamos en el dolor propio y ajeno como una manera de anticiparnos a lo peor.
Cualquiera diría que hay un tipo de masoquismo emocional demasiado extendido. Evidentemente, tampoco ayuda la propagación de la ideología del malestar a través de la cual los medios amplifican las noticias catastróficas en detrimento de aquellas que pueden ser más positivas.
Vivimos una época de excesivo catastrofismo, centrados en las malas noticias, y relegamos lo agradable que es la vida. Así lo asegura el reconocido especialista en Reumatología, doctor en Medicina y Cirugía, Fernando Martínez Pintor.
“Parece que nos guste vivir en el todo va mal, cuando la realidad es bien distinta. Ahora se llevan los récords negativos. Necesitamos buenas noticias, que las hay, y pensamientos optimistas para estar sanos” explica en una entrevista para La Vanguardia.
Pintor es uno de los cada vez más médicos que están superando el modelo de medicina convencional para estudiar las enfermedades desde una visión integral. El doctor es uno de los precursores en España de la antropología médica, miembro de las academias suiza y alemana de esa especialidad y presidente de la Sociedad Española de Medicina Psicosomática.
“Si yo solo pregunto dónde le duele, el paciente me responde el codo, y le receto analgésico y fisioterapia. Pero si le pregunto sobre sus hábitos, su estado de ánimo… tendré mucha más información para saber por qué le duele el codo”.
Si se quiere paliar el dolor a largo plazo, no basta con ponerle un parche, sino que es necesario descubrir su causa/s.
El dolor físico puede tener una raíz emocional “Cuando hablamos de estrés, hablamos de sufrimiento, es la causa del 80% o 90% de las patologías que se ven en las consultas”. Ese nivel de sufrimiento ahora se puede medir en los marcados en saliva y en sangre, como el cortisol, la testosterona o la alfa-amilasa, y qué nos dicen sus niveles.
Cada persona puede incorporar hábitos saludables a su vida como forma de prevención. Una buena alimentación, hacer ejercicio porque se generan endorfinas y estas reducen el estrés y ansiedad o dormir bien.
El doctor recomienda evitar estímulos violentos que nos sugestionen antes de dormir, por eso es mejor no ver películas o series violentas antes de acostarse, ya que el cerebro recuerda lo último que vio.
Lo que decía Voltaire: “He decidido ser feliz porque es bueno para mi salud”, y eso implica procurar tener una ideación positiva y ponerle un filtro al catastrofismo imperante”, sentencia.
Redacción
En Positivo
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