Han pasado las elecciones generales del 23-J en España como un vendaval y se ha llevado consigo la posibilidad de un gobierno de coalición que incluya la ultraderecha. Las cábalas de un futuro gobierno son complejas y hay muchas posibilidades de que las negociaciones se alarguen en el tiempo. Lo que es seguro que España ha frenado la ola derechista que se ha estado dando en diferentes elecciones de países europeos.
El fracaso del partido Vox y contrario a la UE, para ganar un lugar en el gobierno fue recibido con alegría en Bruselas.
Desde el corazón de Europa están preparados para semanas de negociaciones impredecibles sobre posibles pactos parlamentarios.
Asimismo advierten de los riesgos de la incertidumbre política en España, sin embargo el FMI ha vuelto a elevar el pronóstico de crecimiento del producto interno bruto español este año al 2,5 por ciento desde el 1,5 por ciento.
El presidente del gobierno de España Pedro Sánchez dijo que se proyectaba que España crecería “casi tres veces más rápido” que el promedio de la eurozona del 0,9 por ciento.
Sánchez parece tener las mejores posibilidades de alcanzar la mayoría absoluta necesaria para formar gobierno. Pero necesitaría la ayuda de todos los partidos nacionalistas periféricos.
Por su parte el conservador Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo obtuvo la mayor cantidad de escaños pero, contrariamente a las previsiones, no consiguió la mayoría en alianza con Vox. Igualmente tiene más difícil conseguir otros aliados naturales.
Otra posibilidad que no se descarta es la repetición electoral.
Está todo abierto por decidir pero una mayoría celebra que la caída de Vox supone un freno a la involución en España y es dique de contención del avance de la extrema derecha en Europa, donde los ultraconservadores lideran los gobiernos de Italia, Polonia, Hungría o República Checa y tienen un peso enorme en Finlandia (con carteras del gobierno muy importantes) y Suecia (como apoyo parlamentario al actual Ejecutivo conservador).
Distintos rotativos han apodado a este hecho como “la excepción ibérica”, contando que tanto España como Portugal han inclinado la balanza en mayor o menor medida hacia fuerzas progresistas.
Cabe recordar que las elecciones generales de Portugal celebradas en enero del pasado año se saldaron con una abrumadora mayoría absoluta del Partido Socialista liderado por António Costa. En su caso en una situación todavía mejor porque se liberó de sus rivales del Bloque de Izquierdas.
“Lo que podemos decir es que la extrema derecha, en su mejor momento en casi toda Europa, en España pierde votos y escaños”, escribió en Twitter el famoso periodista y presentador español Jordi Évole.
“Igual era eso la excepción ibérica”, comentó, aludiendo así a la medida que pusieron en marcha España y Portugal hace unos meses para limitar el precio del gas y rebajar el de la factura de la luz.
Redacción
En Positivo
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