Hubo una época en que se pensaba y se vendió desde la política que aquellos jóvenes que se formaran en la universidad podrían encontrar trabajo. Sin embargo hay una generación que con razón se siente engañada cuando la realidad en según qué países dista de ser el ideal que promocionaron.
A los obstáculos propios de encontrar un trabajo digno y acorde a la formación hay que añadir el cambiante mercado laboral ahora mismo inmerso en la digitalización y la llamada Cuarta Revolución Industrial.
El sistema universitario está siendo cuestionado sobre su capacidad de dar una verdadera respuesta al ecosistema laboral y no es extraño que los ciclos de formación profesional tengan cada vez mejor reputación por su practicidad.
Estos días el ministro de Universidades español, Joan Subirats, ha anunciado el Plan de Microcredenciales con el que se busca que la universidad esté dirigida a todas las edades, tanto para responder a las necesidades formativas en edad adulta como por el cambio demográfico previsto.
La nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) determina que la formación a lo largo de la vida sea una función básica de la universidad y prevé establecer títulos propios de formación a lo largo de la vida mediante nuevas categorías como son las microcredenciales, micromódulos y otros títulos de corta duración.
Durante el acto inaugural de unas jornadas de innovación docente organizadas por su ministerio en Madrid, Subirats ha subrayado que uno de cambios más importantes en los próximos años va a ser el cambio en las edades: “La universidad tiene que formar parte de la formación a lo largo de la vida, presentaremos el día 19 en Málaga el plan de microcredenciales donde hay un cambio radical en a quién nos dirigimos”.
En la actualidad, el 95 % del estudiantado universitario tiene menos de 30 años y la intención es que de aquí al 2030 “un 60% de la población de 16 a 65 años haya tenido experiencias formativas en los últimos cuatro meses. Ahí el papel de la universidad es muy importante por varias razones, no solo porque hay un compromiso con la Unión Europea y de nuestro gobierno, sino también porque el porcentaje de edad de 18 a 29 años en 15 años va a bajar un 20%”.
Las microcredenciales son formaciones breves, de menos de 15 créditos, focalizadas en la adquisición de conocimiento, habilidades o competencias específicas que estén conectadas con las necesidades de los sectores productivos.
Esta nueva formación sirve como reciclaje para incluir en el itinerario formativo a las personas adultas, aquellas de entre 25 y 64 años, que puedan mejorar sus competencias y aspiraciones profesionales.
Redacción
En Positivo
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