viernes, 01 diciembre 2023
Alzheimer

Alzheimer: una mirada a las terapias del futuro

Esta semana hemos conocido a partir de un trabajo publicado por la revista Neurology que el fármaco Lecanemab, uno de los más esperanzadores contra el alzhéimer, reduce el cerebro. El trabajo, encabezado por el científico del Instituto Florey de Neorociencia y Salud Mental en Australia, Scott Ayton, ha apreciado que los pacientes que tomaron lecanemab – logrando reducir en un 27% el deterioro cognitivo de los pacientes -,  igualmente sufrían una reducción de su cerebro un 28% superior que los que tomaron placebo.

Cuando dicho fármaco todavía está en estudio el Barcelona Beta Brain Research Center (BBRC), de la Fundación Pasqual Maragall, explica qué no implica necesariamente una “atrofia cerebral” y todavía se mantiene esperanzado con los efectos positivos de Lecanemab.

Se cree que en todo el mundo hay 46,8 millones de personas que viven con la enfermedad de Alzheimer u otras demencias. Para el 2030, si no se dan descubrimientos novedosos, veremos un aumento, alcanzando casi los 74,7 millones. Por eso la ciencia en los últimos años sí está incrementando sus estudios para abordar con eficacia una enfermedad que durante mucho tiempo no ha recibido la atención científica necesaria.

Escriben en un completo reportaje para la revista especializada Nature que los investigadores buscan combinaciones de medicamentos, vacunas y terapia génica a medida que forjan la próxima generación de tratamientos para la afección.

Es el caso de la neuróloga Reisa Sperling, quien recientemente ha sido galardonada por su trabajo en ensayos clínicos de tratamientos para el Alzheimer. Después de pasar más de 30 años frustrantes en la investigación del Alzheimer, dijo, finalmente hubo pruebas de que ella y sus colegas estaban en el camino correcto. “Pero aun así, no es suficiente”, sentencia.

En el ensayo de Lecanemab, comercializado en los Estados Unidos como Leqembi, condujo a una desaceleración del 25 % del deterioro, suficiente para brindar a los participantes algunos meses adicionales de vida independiente “Pero conquistar una enfermedad destructiva que afecta a decenas de millones de personas en todo el mundo es una historia diferente”.

Un anticuerpo similar, aducanumab, fue aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU en 2021, pero la decisión generó controversia porque el ensayo clínico del medicamento no había demostrado un beneficio inequívoco.

Este y futuros medicamentos podrían usarse en combinación para abordar diferentes etapas de la enfermedad, que a menudo están gobernadas por diferentes moléculas. Pocos esperan que una sola terapia sea la respuesta.

Pero los ensayos de terapia combinada son caros y complicados, porque cada fármaco tiene que probarse tanto por sí solo como con su pareja. Las compañías farmacéuticas pueden desconfiar de unir su producto a otro, en caso de que la combinación falle y arroje una sombra sobre su medicamento.

El estado de ánimo de mayor confianza entre los que están en el campo no se debe solo al éxito de los anticuerpos antiamiloides. El armario está repleto de posibles nuevas terapias y medicamentos abandonados que ahora se están desempolvando.

Redacción
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