miércoles, 29 noviembre 2023
asombro

Salud mental: las bondades del asombro como fuente de inspiración

Los niños tienen un innato sentido del asombro y se sorprenden por todo lo que descubren por primera vez en la vida. Ellos no mienten y su expresión es tan genuina cuando se motivan al descubrir el mundo que les rodean.

Se podría decir que cuando dejamos de sorprendernos de nuevo matamos poco a poco la ilusión por la vida. Por eso los adultos tenemos que aprender tanto de los niños, volver a conectarnos de tanto en cuanto con las emociones de la infancia para así estimular nuestro deseo de aprender sobre las pequeñas cosas cotidianas.

Cultivar esta capacidad de sorprendernos es además muy positiva para nuestra salud mental según el psicólogo Dacher Keltner. Este destacado experto en la ciencia de las emociones y profesor de la Universidad de California explica en su libro Awe: The Transformative Power of Everyday Wonder (asombro: el poder transformador de las maravillas cotidianas) cómo el asombro transforma nuestros cerebros y cuerpos, junto con un examen del asombro a lo largo de la historia, la cultura y dentro de su propia vida durante un período de inmenso dolor, y nos muestra cómo cultivar esta emoción nos lleva a apreciar lo que hay de más humano en nuestra naturaleza humana.

El escritor y periodista experto en psicología, Francesc Miralles, explica para El País que este libro sobre el asombro “nos ayuda a eliminar los pensamientos negativos o de autocrítica, a la vez que nos reconecta con el misterio de la vida. Además, desde un punto de vista fisiológico, estimula el clúster de neuronas que reducen el ritmo cardiaco, aligeran la digestión y hacen la respiración más profunda”.

El libro incluye historias intensamente conmovedoras y profundamente personales de personas de todo el mundo: médicos y veteranos, ambientalistas y poetas, eruditos indígenas y trabajadores de hospicios, ministros y parteras.

A su vez radical y profundo, rebosante de ideas esclarecedoras y prácticas, Awe es nuestra guía de campo sobre cómo descubrir las maravillas cotidianas como una fuerza vital dentro de nuestras vidas.

En las investigaciones que llevó a cabo para escribir su libro, Keltner examinó diarios elaborados por ciudadanos estadounidenses y chinos, y calculó que por término medio nos asombramos de dos a tres veces por semana.

¿Cómo es posible cultivar el asombro en nuestra vida cotidiana? Según el autor del estudio, disponemos al menos de tres maneras:

Prestar atención. Tenemos mil motivos para el asombro, pero para que este pueda embargarnos debemos estar atentos. Mientras tengamos la cabeza en otra parte, proyectándonos al pasado o al futuro, no podremos experimentarlo. La práctica del mindfulness, la atención plena, ayudará en ello.

Apreciar la bondad ajena. Tanto si se trata de personas que conocemos como a través de biografías o documentales, los actos de generosidad y compasión de los demás tienen la capacidad de conmovernos.

Elegir nuevos caminos. La monotonía asesina el asombro. Por eso, implicarnos en nuevas experiencias es otra forma de rescatar esta capacidad. Tomar una ruta distinta a la habitual, comer en un restaurante al que normalmente no vamos, escuchar música nueva o leer a un autor desconocido son maneras de facilitar el asombro.

Redacción
En Positivo

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