El leitmotiv “Si bebes no conduzcas” es uno de los más repetidos en las campañas de prevención sobre los peligros del alcohol frente al volante. Pero son bien conocidos los riesgos que el consumo excesivo del alcohol puede ocasionar en la salud: enfermedades crónicas, alta presión arterial, enfermedad cardiaca, accidentes cerebrovasculares, enfermedad del hígado, problemas digestivos, Cáncer de boca, garganta, laringe…además de comportamientos erráticos en la conducta que también deriva en problemas sociales como la violencia.
Acompañar la comida con una “copia” está normalizado y durante mucho tiempo el beber bebidas alcohólicas se ha considerado como algo “cool” e ideal para socializar. Sin embargo algo parece haber cambiado y estamos a las puertas de un cambio de paradigma
Los europeos beben menos alcohol. Este fue el resultado de una encuesta realizada por el Centro para la Investigación Interdisciplinaria de la Adicción. Según esto, el consumo de alcohol ha caído en todos los países europeos desde el comienzo de la pandemia, con la excepción de Irlanda y Gran Bretaña. Se pueden observar tendencias similares en los EE.UU., Australia y Nueva Zelanda.
Explican desde el portal suizo Watson que la Generación Z bebe menos que los Millennials, los Millennials beben menos que los Baby Boomers. Así que no es de extrañar que “sin alcohol” se esté convirtiendo cada vez más en una tendencia.
“El consumo conjunto de alcohol es cada vez menos el centro de la interacción social, al menos entre las generaciones más jóvenes” La brecha entre las generaciones es particularmente emocionante. La Generación Z bebe un 20 % menos que los Millennials, y los Millennials beben un 12 % menos que los Baby Boomers. “La conciencia sobre la salud ha aumentado enormemente desde Covid. Además, beber alcohol juntos es cada vez menos el centro de la interacción social, al menos entre las generaciones más jóvenes”, confirma Pam Hügli, codirectora de CAS Brand Leadership HWZ y directora ejecutiva de Serviceplan Suisse.
Los bares y restaurantes también están sintiendo los efectos de este desarrollo y están apostando por nuevas bebidas elegantes, pero sin alcohol. En las grandes ciudades como Londres o Nueva York, ahora hay cada vez más bares que no solo amplían su gama de cócteles sin alcohol, sino que también prescinden del alcohol por completo.
Los otrora jóvenes que se reunían en los botellones ahora están apostando por opciones de ocio más sanas por lo que se está empezando a conocer a la Generación Z como la generación seca.
La mayoría de los recién sobrios simplemente se dicen a sí mismos que están mejor sin alcohol. La tendencia es visible incluso en las citas: según la aplicación Bumble, sus usuarios británicos tienen un 30 % más de probabilidades que antes de la pandemia de tener una cita sin alcohol; y casi dos tercios están convencidos de que pueden formar vínculos más duraderos cuando se conocen sin alcohol.
En The Telegraph también se hacen eco de este creciente fenómeno que incluye el surgimiento de clubs de bebidas sin alcohol. Laura Willoughby, fundadora en 2015 del grupo de bebidas conscientes Club Soda, es propietaria de la licencia y dejó de beber hace 10 años. La mujer afirma haber visto a sus padres “apestando a Chardonnay” en el sofá pero ahora nota el cambio de conciencia. La sala de degustación y bar de Willoughby ofrece una variedad de cervezas, vinos y whiskies sin alcohol. De la Generación Z, dice que las personas más jóvenes están bebiendo menos gracias a un enfoque en su salud mental.
Redacción
En Positivo
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