Un año da para mucho, y este 2022 no iba a ser menos. A medida que preparamos estas fiestas navideñas queremos aparcar – al menos durante unos días – todo el peso de los problemas que han acontecido a lo largo de estos meses.
No hay que negar que los tiempos que vivimos son complejos: un difícil clima geopolítico condicionado por la guerra en Ucrania y las fricciones entre potencias, una crisis socioeconómica y energética…la conjunción de factores ha devenido en el hartazgo y preocupación de la población.
Sin embargo esta Navidad estamos de enhorabuena. Por primera vez después de dos años terribles a causa de la pandemia del Covid-19 podremos reunirnos con los seres queridos sin confinamientos ni mascarillas de por medio (a no ser por causas de fuerza mayor).
Las medidas restrictivas se han aligerado enormemente y en enero del 2023 está previsto que la OMS realice una reunión de su Comité de Emergencias para avanzar los criterios que regirán para declarar el final de la emergencia.
Nos ha costado salir de este permanente estado de alarma y miedo por circunstancias externas; pero parece que poco a poco estamos reconectando con una forma de ligereza tan propia de estas fechas, de rescatar esa magia del espíritu navideño.
Un largo tiempo de introspección y de alejamientos forzados tiene que haber servido para reconectar con la vida, con la familia, amigos, vecinos, el calor del hogar…para reflexionar y trabajar en colaboración con los demás, a valorar lo mucho que tenemos.
Debemos permitirnos ser felices, pese a todo, porque hay motivos para celebrar que estamos vivos después de una catástrofe como hace mucho la humanidad no recordaba.
La forma de mirar con optimismo racional el vaso medio lleno también se está contagiando a los medios que recogen en las últimas semanas especiales de contenido más didáctico y sobre noticias positivas.
Ante los miedos difusos que se expresan, en Alemania, la revista Stern ha ido así al encuentro de quienes recogen los miedos ajenos, en lugares tan variados como una iglesia, un centro de donación de ultramarinos o un andén del metro. Todavía estamos lejos de la total ligereza pero muy cerca de una forma de resiliencia que hemos incorporado en nuestro carácter a base de aprender las lecciones que nos ha dejado.
En Quebec, el bimensual L’Actualité dedica su portada del 5 de diciembre al optimismo, que explica “se aprende a ver la vida por el lado bueno”. En Estados Unidos, en The Atlantic, un columnista especializado en felicidad (que enseña en Harvard) y que recogemos en nuestra sección Vivir Mejor, nos invita a inspirarnos en Séneca para apreciar mejor la vida moderna.
En Reino Unido, The Guardian también se pregunta por los caminos que conducirían a una existencia más armoniosa. Para ello conoció a una monja budista, que a sus 77 años, Robina Courtin parece ya ha tenido varias vidas. Ex miembro del grupo radical de las Panteras Negras, luego activista feminista, lesbiana, se ordenó monja budista a fines de la década de 1970. Ahora afirma practicar la compasión valiente en lugar de la ira.
En Argentina estas fechas han venido con aguinaldo anticipado en forma de Copa Mundial de Fútbol. El éxito de la selección argentina parece haber exorcizado los males de la nación y su grieta social.
Esta euforia se ha trasladado a la prensa: en Clarín hablan de “Locura por la selección”, en Infobae relatan las historias de los “buscavidas” que ganaron con la fiesta de la selección argentina y en La Nación explican los “Efectos mariposa” que se encadenaron para que Argentina fuera campeona del mundo.
El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo, por eso una noticia positiva puede desembocar en un contagio de optimismo.
En España El País semanal selecciona las 10 mejores noticias del 2022 y las 12 imágenes inspiradoras.
Por nuestra parte, desde En Positivo, seguimos involucrando a los medios de comunicación para informar sobre noticias centradas en soluciones, en lugar de girar solo en torno a historias negativas.
Tenemos la obligación moral de alentar la esperanza en unas audiencias que han cambiado su enfoque y hoy más que nunca reivindican narrativas constructivas para empoderarse.
Gracias por acompañarnos en esta maravillosa aventura y felices fiestas.
JORGE DOBNER
Editor
En Positivo
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