“La alegría del alma forma los días más bellos de la vida en cualquier época que sea” es una cita que se le atribuye al filósofo clásico Sócrates. Y esa alegría muchas veces no reside en las grandes cosas sino en las pequeñas que forman de la vida cotidiana pero que pasamos por alto porque damos por sentadas.
Si de algo puede presumir la cultura mediterránea es que a menudo es referenciada en el buen vivir; su dieta saludable, el carácter sociable de sus gentes, la familiaridad…
Hay un término siliciano “La cuntintizza” que acuña esta sensación que es algo más que la felicidad. Así lo explican Simonetta Agnello Hornby y Costanza en el libro “La cuntintizza (El contento): un elogio a las pequeñas alegrías de la vida” (Ediciones Urano) donde reflexionan sobre una filosofía de vida enraizada en el espíritu mediterráneo.
El nuevo libro de Simonetta Agnello Hornby, una de las escritoras más queridas de Italia y España, escrito a cuatro manos con su nieta, Costanza Gravina, es un canto a las pequeñas alegrías de la vida.
“Cuntintizza tiene que ver con la paz pero también incluye una inquietud vaga, seductora, un chisporroteo que quiere quedarse cerrado donde está, como si fuera una bola de azúcar que huele a canela, una bola en el fondo del alma, algo pequeño que derrite y endulza todo por un momento y se consume inmediatamente” explica Simonetta para el diario La Repubblica.
Este libro nació de un entendimiento entre abuela y nieta, de la costumbre de sus encuentros en Palermo y de consideraciones ocasionales sobre el placer ligado al ritual del aperitivo, puente entre diferentes generaciones y culturas. A partir de esas consideraciones fue casi automático llegar a la contemplación de todas las pequeñas razones de la belleza de vivir que salpican la cotidianidad de nuestros sentimientos.
Es esa sensación de gozo y alegría que nos embarga cuando hacemos, vemos o escuchamos algo que nos gusta y nos llega al corazón. Es un estado mental de curiosidad y asombro que pavimenta el camino a la esperanza y el bienestar interior. También puede ser un ideal, una pasión, un sentimiento de amor al prójimo y una aspiración.
La cuntintizza es todo aquello por lo que la vida merece la pena, pero necesita ser nutrida, cuidada y protegida; de lo contrario se atrofia hasta desaparecer.
¿Un ejemplo de cuntintizza ? Ahí está. “Me encanta limpiar verduras recién cogidas del jardín, pelar patatas y cebollas, lavar y cortar menta y albahaca. Mientras enjuago y elimino los insectos restantes, se crea una relación entre mis manos, mis ojos y las hojas todavía llenas de savia, como si los dos, los vegetales y yo, fuéramos conscientes de ser parte del ciclo de la supervivencia: somos los seres humanos y la planta de la que brotarán más hojas” argumenta Simonetta.
Simonetta Agnello Hornby
Nació en Palermo (Sicilia), en el seno de una familia de la pequeña aristocracia. Es licenciada en derecho y desde hace años reside en Londres, donde defiende los derechos de las comunidades más desfavorecidas. Varias de sus novelas, escritas siempre en italiano, han sido traducidas a numerosos idiomas y han sido best sellers internacionales.
Constanza Gravina
Como su abuela, Simonetta Agnello Hornby, es originaria de Palermo y farmacéutica de profesión. Combina con pasión la ciencia del medicamento con el arte de la coctelería.
Redacción
En Positivo
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