miércoles, 29 noviembre 2023
neoliberalismo

Las democracias liberales no pueden volverse complacientes, ni confundirse con el neoliberalismo. FRANCIS FUKUYAMA

Los sistemas políticos liberales se encuentran amenazados en todo el mundo. Asistimos a una “recesión democrática”, en la que los indicadores sobre derechos y libertades se están resintiendo en los últimos años. El ascenso al poder de líderes como Donald Trump, Jair Bolsonaro, Viktor Orbán o Jarosław Kaczyński ha ido de la mano de la vulneración de la separación de poderes, la independencia judicial y de intentos de control de los medios de comunicación. Recientemente Vladimir Putin ha declarado “obsoleta” la democracia liberal.

En el nuevo libro de Francis Fukuyama “El liberalismo y sus desencantados” (Deusto) argumenta que la expansión de estas “democracias iliberales” es fruto de una reacción frente a la percepción social de que los regímenes liberales se han mostrado impotentes para enfrentar los problemas generados por la desigualdad que ha traído consigo el capitalismo globalizado.

Fukuyama se hace cargo de las distintas objeciones al liberalismo provenientes tanto de los planteamientos conservadores como de los progresistas, para concluir que el problema del liberalismo no está realmente en debilidades fundamentales de su doctrina, sino que lo que genera los descontentos es más bien la forma en la que los sistemas liberales han evolucionado desde los años setenta.

El reconocido como uno de los pensadores políticos más influyentes de las últimas décadas dice que primera dificultad cuando se trata de despertar el espíritu liberal es que el liberalismo es famoso por ser difícil de definir. Se ha convertido en una de esas palabras que significan cosas diferentes para diferentes agrupaciones políticas.

“Manejo una definición muy amplia de liberalismo que no está relacionada con la ideología. Es cierto que en Europa el liberalismo se asocia al centro derecha. En Estados Unidos se asocia con la izquierda. Mi definición dice que es una doctrina que protege los derechos individuales y limita el poder del Estado. Puede ser de derecha o de izquierda, lo importante es el Estado de derecho como fundamento de una sociedad” argumenta en una entrevista para El País.

El autor de “El fin de la historia”, donde hace treinta años argumentaba que la democracia liberal era esencialmente “el punto final de la evolución ideológica de la humanidad”; ahora describe con precisión por qué el espíritu liberal, a pesar de todas sus cualidades, no puede volverse complaciente.

Tal y como analiza en la misma entrevista “Llegados los años 70 había un exceso de regulación estatal. Ahí aparecen políticos como Ronald Reagan o Margaret Thatcher, que intentaron limitar algunas de estas regulaciones y se vieron apoyados por economistas muy prominentes como Milton Friedman, con argumentos más sofisticados para limitar al Estado. El problema es que fueron demasiado lejos. Intentaron socavar todo tipo de actuación estatal. Incluso las necesarias, como regular el sistema financiero.

El resultado fue una globalización que aumentó la desigualdad y la inestabilidad del sistema financiero global. Y esto provocó una respuesta populista, tanto por la derecha como por la izquierda”.

Fukuyama atribuye esto al “neoliberalismo”, la creencia en los mercados sin restricciones como medio para lograr el objetivo del bienestar del consumidor. Pero, sostiene Fukuyama, se trata de una distorsión del liberalismo, que tiene una misión social mucho mayor que la simple eficiencia económica. No se trata solo de regular y limitar las grandes empresas sino de apreciar el capital social que se obtiene de la redistribución y reducción de las desigualdades.

“Creo que siempre tiene que haber equilibrio entre el crecimiento económico estable y la protección social de la ciudadanía. Si tienes un Estado que busca redistribuir los ingresos de manera general, inevitablemente va a disminuir el incentivo de las empresas que más arriesgan. Por eso algunas economías se estancan al no permitir este tipo de economía libre” aclara.

FRANCIS FUKUYAMA
Es un politólogo estadounidense. Ha escrito sobre una variedad de temas en el área de desarrollo y política internacional. Su libro El fin de la Historia y el último hombre, publicado por Free Press en 1992, ha sido traducido a más de 20 idiomas. Su último libro es El liberalismo y sus desencantados.

Redacción
En Positivo

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