Los últimos veinticinco años han sido tal vez los más agitados para la historia de los periódicos en lo que se refiere a la revolución de las herramientas y el impacto global de lo que hacemos. En un momento como este, de ebullición de la información y también de confusión sobre qué es el periodismo, tenía especial interés en mirar atrás y contar, a través de mi experiencia personal, la vida de redacciones entre ilusiones, desilusiones y la energía infinita que siempre nos dan las noticias.
El periódico ha cambiado y se enfrenta continuamente a nuevos dilemas. Cada vez está más claro que su modelo de negocio solo es verdaderamente lucrativo para unos pocos medios en el mundo. Pero no solo ha sobrevivido a internet, sino que en muchos casos ha florecido en su era.
La lección es que la grandeza de los periódicos está en sus redacciones, su misión y su trabajo más básico que cosecha éxitos cuando los recursos y las prioridades están en el corazón de la información.
Les costó, pero al final los triunfadores de la nueva era del periodismo en internet han sido el New York Times, el Washington Post o incluso el Boston Globe, y no tanto Buzzfeed, Vox Media y otras startups que supuestamente iban a reinventar el modelo de negocio porque los periodistas no éramos capaces de hacerlo.
En su último libro “El periódico” (Editorial debate) la periodista María Ramírez reconstruye esa apasionante historia a base de casos concretos en los que ella misma se vio implicada en su mismo epicentro.
La autora define su libro como “un intento de averiguar hasta qué punto estas décadas de catarsis han cambiado la esencia del periodismo”.
Parece que fue ayer que cuando se acumulaban pilas de periódicos en los kioskos, pero la transformación digital lo ha cambiado todo. Ramírez define con precisión ese sentimiento de añoranza de un pasado idealizado “La nostalgia de lo que era el periódico no es por el recuerdo de un trozo de papel (…), sino por un mundo que parece más tranquilo y ordenado, y donde sentíamos nuestra labor como algo más único, tal vez más valioso. Ahora la aventura es cada día más difícil, pero puede que más interesante”.
Esta transformación en la mayoría de casos ha sido dramática y poco visionaria por aquellos en esos momentos no advertían lo que podía venir.
En este sentido Ramírez critica que “Los empresarios españoles llegaron tarde, invirtieron donde no debían, confiaron en gurús. Enfrente, el empuje de los periodistas. En España triunfaron unos pocos nativos de internet, a menudo propulsados por periodistas empresarios que demostraron que era más fácil que un periodista aprendiera técnicas empresariales a que un empresario aprendiera periodismo”.
Las nuevas herramientas han sido una gran ayuda para el ejercicio del periodismo, pero no están exentas de peligros. La autora recoge una cita muy ilustrativa de James Fellows, autor de Breaking the News: How the Media Undermine American Democracy. Publicado en 1996, el libro “apenas menciona internet, pero ya alerta de sus peligros y de que el periodismo tenía que reformarse”. Señala como problema “la soberbia del periodista, animal de costumbres fijas”. Aún no se había popularizado Google, pero el autor ya detecta que “con un fax, un teléfono y un ordenador… los periodistas pueden cubrir cualquier historia sin moverse de la silla”. Y concluye: “El peligro del enfoque centralizado de datos es precisamente que es demasiado rápido y demasiado fácil (…). Estás limitado por lo que otra gente ha visto y ha escrito, y estás desconectado del mayor activo del reportero: la confianza en lo que ha observado directamente”.
La historia del periódico y periodismo aún se sigue escribiendo pero estos son aún cambios en que la industria debe ajustar su modelo para ser sostenibe y seguir siendo valiosa para la audiencia.
MARÍA RAMÍREZ
Periodista española. Su paso por la Universidad de Columbia, así como sus estancias en Harvard, como Nieman Fellow, y en el Instituto de Política de la Universidad de Chicago, como Pritzker Fellow, le permiten ofrecer la visión de los grandes estudiosos de la transformación del periodismo.
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