No cabe duda que desde la llegada de Internet ha cambiado radicalmente nuestras vidas. Se han eliminado todas las barreras de comunicación, creando un mundo abierto con prácticas y posibilidades de comunicación fáciles, instantáneas e infinitas. Ni siquiera necesitamos una PC para comunicarnos en línea, hoy gracias a nuestros teléfonos móviles.
Ha supuesto una transformación 360º que ha afectado a todos los niveles: los negocios, la educación, el gobierno, la atención médica e incluso las formas en que interactuamos con nuestros seres queridos: se ha convertido en uno de los principales impulsores de la evolución social.
Hoy estamos plenamente habituados a pasar del mundo offline a online en el transcurso de cualquier día ya sea por motivo de trabajo, personal u ocio.
Incluso se ha acuñado el concepto de nativo digital en referencia a las nuevas generaciones que han crecido en la era digital.
Evidentemente el aterrizaje de Internet estuvo acompañado de buenos propósitos que se han cumplido a la mitad, como es el caso de favorecer la democracia digital, porque luego han devenido amenazas dispuestas a boicotear esos elevados propósitos.
Pero ahora estamos a las puertas de un nuevo salto cuántico que en cuestión de unos años volveremos a ver con retrospectiva.
Es así como el Metaverso abre las posibilidades de un mundo virtual, donde todo está respaldado por líneas de códigos e incrementa nuevas fuentes de ingresos para las empresas que se sumergen en esta nueva aventura.
Las oportunidades son ilimitadas y, al igual que en el mundo hemos adoptado una vida cada vez más digital, el cambio hacia lo virtual ya se está produciendo.
La palabra ‘metaverso’ se define como un “espacio de realidad virtual en el que los usuarios pueden interactuar con un entorno generado por computadora y otros usuarios”. Como siempre la realidad volverá a superar a la ficción y es imposible resistirse al cambio si queremos salir beneficiados.
Todos los expertos coinciden en que durante los próximos cinco años, verá que la tecnología Metaverso se vuelve real, concreta y muestreable.
En nuestro equipo el periodista experto en nuevas tecnologías Enrique San Juan, advierte de la necesidad de ser pioneros en la inmersión en esta realidad virtual para no quedar rezagados. En este momento se están constituyendo pequeñas aldeas (separadas) dentro de la idea general que es el Metaverso, pero que en un momento dado se espera que todas sean interoperables y hablen entre sí bajo un mismo mundo virtual interconectado.
No faltan noticias semanales en que anuncian los cambios que están introduciendo empresas e instituciones para incursionar en Metaverso. Por ejemplo estos días han anunciado que Caixabank y Microsoft crean un laboratorio de innovación en Barcelona e investigarán también el potencial que ofrece para la banca el nuevo entorno virtual inmersivo que aporta el Metaverso.
La clave es cómo desde hoy podemos construir el Metaverso para hacer algo positivo habiendo aprendido de la experiencia y errores en la adaptación previa de Internet.
Bien podemos en algunos casos repetir patrones equivocados o bien hacer del Metaverso un universo más justo, igualitario, empático y amable.
Tenemos la posibilidad de generar en este universo soluciones reales que de forma pragmática mejoren nuestra vida y contribuyan al estado del bienestar.
Hoy existe la ventaja que es un terreno poco explorado que admite construirse desde cero, luego qué mejor hacerlo en base a unos valores sólidos.
El Metaverso impactará en nuestra propia identidad y relaciones actuales pues tiene el potencial de cambiar nuestras relaciones con nosotros mismos y entre nosotros.
Una de las mejoras podría ser al abordar problemas de salud mental y los trastornos de ansiedad proporcionando a las personas que padecen dichos trastornos un entorno en el que pueden controlar los estímulos para así prepararse en la vida real. Esencialmente una terapia de realidad virtual que ayuda a los pacientes al recrear momentos en sus vidas que pueden controlar.
También podría mejorar la educación al cambiar la forma en que aprendemos, sino también la forma en que enseñamos. Los maestros pueden usar esta nueva tecnología para crear lecciones inmersivas para los estudiantes en cualquier área temática, lo que podría hacer que los estudiantes participen más en sus estudios.
Igualmente el metaverso transformará el futuro del trabajo y requerirá una revisión completa de cómo trabajamos actualmente. Ya estamos viendo los primeros atisbos de esto en los últimos años a medida que más empresas han adoptado planes de oficina abierta y se alienta a los empleados a trabajar desde cualquier lugar que deseen.
Metaverso solo acelerará esta tendencia a medida que sea más fácil para las personas trabajar desde cualquier parte del mundo y colaborar en proyectos juntos.
Incluso podría reducir las tasas de criminalidad y mejorar la ética en la sociedad porque proporciona un entorno que es menos riesgoso que el mundo real.
Se ha dicho que el metaverso permitirá a las personas explorar sus fantasías sin correr ningún riesgo físico. Esto se puede utilizar como una forma de reducir las tasas de criminalidad al proporcionar una salida para las personas que de otro modo cometerían delitos en el mundo real. Un programa de rehabilitación de prisiones de metaverso es otro caso de uso del metaverso.
Son múltiples posibilidades que podemos generar para que el Metaverso impacte de forma positiva. Lo importante es tener claros los valores.
JORGE DOBNER
Editor
En Positivo
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