Cada vez hay una mayor conciencia ecológica basada en el cuidado del ambiente y que busca un modelo de sociedad donde las personas puedan vivir en plena comunicación con la naturaleza y los demás seres humanos. También se suman nuevas voces que propugnan un cambio sostenible de modelo socioeconómico.
Corine Pelluchon es profesora de filosofía en la Universidad de París-Est Marne-la-Vallée y se especializó en la filosofía política y ética aplicada, centrándose especialmente en temas de bioética, filosofía del medioambiente y política del animalismo.
Recientemente se ha publicado su último libro ‘Reparemos el mundo’ (Ned Ediciones), donde la filósofa reflexiona sobre nuestra relación con el entorno y traza las bases para una reconciliación real de las personas con la naturaleza, hoy más necesaria que nunca.
La filósofa, que explica que muchos de sus pensamientos están basados en una catástrofe, la de haber perdido hace treinta años a un hermano de tan solo 17 años, pretende aportar unas herramientas, “un pensamiento constructivo que pueda abrir un horizonte de esperanza a pesar de las fuerzas de la destrucción que encontramos en el modelo extractivista, en los modos de consumo delirantes y nuestras intenciones con los animales” explica para la agencia EFE.
Pelluchon asegura que “es momento de reparar el mundo” porque hay que preparar el futuro proporcionando “una serie de herramientas conceptuales que pueden ser útiles a los seres de buena voluntad cuando se trate de reparar las catástrofes que afrontamos”.
Propone un nuevo contrato social que abandone el antropocentrismo para vivir en comunión con el resto de seres vivos sin una visión utilitarista.
El texto arroja luz sobre las similitudes y diferencias entre la ética del “cuidado”, ampliamente desarrollada en las últimas décadas, y la ética de la vulnerabilidad. Los dos tienen en común, principalmente, cuestionar el estatuto del sujeto moral individual y su supuesta autonomía soberana, al insistir en la reciprocidad y la interdependencia de nuestras existencias.
Ya estamos viendo cómo las acciones del pasado tienen consecuencias hoy, y al igual pasará en el futuro. Por eso se tiene que construir puentes entre generaciones para reparar el mundo es “entre el pasado y el presente, siendo a la vez radical”.
La revolución ecológica solo acaba de empezar, algo que para Pelluchon “resulta muy satisfactorio ver cómo la ecología se hace con su espacio en la política. Ahora la gran cuestión es cómo hacerla accesible sin que pierda calidad y se convierta en publicidad y contradicción. Eso exige un trabajo de fondo”.
Redacción
En Positivo
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