“Cada cosa grande y difícil ha requerido un fuerte sentido de optimismo”, dice el editor y autor Kevin Kelly, quien cree que tenemos la obligación moral de ser optimistas.
Al rastrear el progreso de la humanidad a lo largo de la historia, observó que una perspectiva positiva nos ayuda a resolver problemas y nos empodera para forjar un camino a seguir.
La civilización depende de un grado implícito de optimismo general. Es un ejercicio colaborativo. La civilización amplifica y acumula la cooperación entre extraños.
Las sociedades que brindan el mayor bien a la mayoría de las personas requieren que se confíe más en las personas que en ellas; que esperan más bien que mal; requieren que la gente en general tenga más esperanza que miedo. Las sociedades que tienen más pesimismo que optimismo tienden a no prosperar.
La postura predeterminada en cualquier civilización próspera es optimista: opera bajo el supuesto de que, en general, la mayoría de la gente, la mayor parte del tiempo, cooperará. Se puede confiar en su honestidad y esta cooperación producirá resultados positivos que suman más que la suma.
La civilización requiere confianza; la confianza requiere optimismo; la civilización requiere optimismo.
En esta charla esclarecedora de TED, comparte tres razones para el optimismo en tiempos difíciles, y explica cómo puede ayudarnos a convertirnos en mejores antepasados y crear el mundo que queremos ver para nosotros y las generaciones futuras.
Redacción
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