Las ciudades son un lugar de convivencia, diversidad cultural e innovación, pero también una de las mayores fuentes de contaminación. De hecho, son responsables de más del 70 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
Sin embargo, si los organismos públicos cumplen con sus compromisos, hay inversión del sector privado y el público en general está dispuesto a aportar su granito de arena, las ciudades tienen el potencial de lograr la reducción del 90-100 % en las emisiones contaminantes requeridas para 2030 y construir gran parte de la infraestructura necesaria para lograr la neutralidad de carbono para 2050.
Muchos gobiernos se han dado cuenta de que si quieren cumplir con sus planes nacionales como parte de la lucha contra el cambio climático, necesitan el compromiso de sus instituciones locales para eliminar el uso de combustibles fósiles. Además, son las ciudades, no los gobiernos nacionales, las que más están haciendo para promover iniciativas contra las emergencias climáticas.
Tal y como informan desde esglobal.org, gran parte del impulso a las iniciativas climáticas urbanas está promovido por redes globales de ciudades que se enfrentan a los desafíos medioambientales —como C40, ICLEI, Green Cities Europe, la Alianza Global de Alcaldes por la Energía y el Clima—.
Estas redes están emergiendo como organizaciones multilaterales informales que apoyan y coordinan las respuestas locales a la emergencia climática global. Proporcionan plataformas y marcos para el aprendizaje entre pares y el establecimiento de objetivos climáticos conjuntos; ayudan a los gobiernos de las ciudades a redactar e implementar planes climáticos locales; y defienden las necesidades y contribuciones de las ciudades en foros internacionales de política climática.
Las ciudades que se mencionan a continuación están siendo pioneras en la diplomacia verde para abordar la crisis climática y por desarrollar soluciones pioneras de mitigación y adaptación que son replicadas por otras urbes de todo el globo.
Los Ángeles: hacia un Nuevo Pacto Verde Global
Los Ángeles se ha convertido en una abanderada de la causa del clima bajo el liderazgo de su alcalde, Eric Garcetti, quien fue presidente del C40 de 2019 a 2021. En colaboración con el C40, Garcetti puso en marcha importantes proyectos de diplomacia climática, en particular el programa Global Green New Deal [Nuevo Pacto Verde Global], un conjunto de principios enfocados a tomar medidas climáticas y garantizar una transición justa que han sido adoptados por ciudades de todo el mundo, el Grupo de Trabajo de Alcaldes por una Recuperación Verde y Justa de COVID19, y la campaña Cities Race to Zero, mencionada anteriormente.
Los Ángeles ha implementado un amplio abanico de acciones climáticas. En abril de 2019, adoptó un Nuevo Pacto Verde local con el objetivo de conseguir la neutralidad en carbono para 2050 y consolidar su posición como ciudad líder en Estados Unidos en energía solar, infraestructura de vehículos eléctricos y empleos “verdes”.
Londres y Barcelona: priorizar la justicia climática
Los llamamientos a favor de más justicia climática y mayor apoyo económico para los países que sufren en primera línea el daño climático se vieron en su mayor parte marginados en las negociaciones entre gobiernos de la COP26. En contraste, los líderes de las ciudades están colocando estos temas en el centro del escenario. Tras ser nombrados nuevo presidente y nueva vicepresidenta, respectivamente, del C40 en un evento paralelo a la COP26, el alcalde de Londres, Sadiq Khan, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se comprometieron a destinar dos tercios del presupuesto del C40 a apoyar la acción climática en las ciudades del Sur Global. Los esfuerzos de Barcelona en esta área también se han puesto de manifiesto cuando en diciembre la ciudad fue seleccionada como uno de los centros del programa Making Cities Resilient by 2030 [Haciendo resilientes a las ciudades para 2030] de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR, en sus siglas en inglés) que apoya la cooperación urbana global en la reducción del riesgo climático.
Mannheim: haciendo local el Pacto Verde Europeo
La ciudad alemana de Mannheim se ha colocado en vanguardia de la diplomacia climática a nivel de ciudades en Europa, liderando las acciones para involucrar a los gobiernos locales en el Pacto Verde Europeo (PVE). En cooperación con ICLEI y el Comité Europeo de las Regiones, lanzó el Mensaje de Mannheim en el que los alcaldes europeos expresan su apoyo al PVE y se comprometen a poner en marcha “pactos verdes locales” en sus territorios. Tomando la iniciativa, Mannheim se ha declarado a sí misma ciudad piloto para implementar a nivel local el PVE y es una de las principales candidatas para la misión de la Comisión Europea 100 Ciudades Inteligentes y Climáticamente Neutrales para 2030, que ayudará a cien ciudades europeas a convertirse en climáticamente neutrales en la próxima década, transformándolas en centros de innovación para el PVE.
París: popularizar la ciudad de los 15 minutos
La pandemia de COVID19 ha dado un impulso a las innovaciones urbanas que favorecen el distanciamiento social, los desplazamientos activos, como caminar y montar en bicicleta, la reducción de la contaminación del aire y, en general, las ciudades más saludables y habitables.
Al poner el plan “París en 15 minutos” en el centro de su campaña de reelección en 2020, la alcaldesa Anne Hidalgo popularizó aún más este enfoque y sus ventajas para reducir las emisiones y embotellamientos relacionados con la movilidad a la vez que devuelve el espacio urbano a las personas, apoyando a los negocios locales y creando una ciudad más equitativa e inclusiva. Con el apoyo de las plataformas de intercambio de conocimientos de distintas redes de ciudades, urbes de todo el mundo tienen los ojos puestos en París para trasladar la estrategia de los 15 minutos a su territorio.
Copenhague, Helsinki y Estocolmo: los líderes nórdicos de los edificios ecológicos
Junto a la movilidad y el transporte, las emisiones a nivel de ciudad están asociadas principalmente a los sectores de la energía y de los edificios y la construcción. Los edificios y la construcción, que se concentran en las ciudades, son responsables de más de un tercio del consumo global de energía y de casi el 40% de las emisiones de carbono, de las cuales la mayor parte está relacionada con la calefacción, la refrigeración y la ventilación.
Las ciudades nórdicas son pioneras a nivel mundial en estrategias de mitigación en la intersección de la energía y los edificios. Copenhague, Helsinki y Estocolmo combinan de manera efectiva soluciones de fácil acceso, como el reacondicionado de edificios para mejorar el aislamiento y la ventilación e instalar paneles solares, con soluciones inteligentes más complejas que unen la transición “verde” con la digital.
Ámsterdam: la transición a la ciudad circular
Un informe reciente de la OCDE muestra cómo las ciudades de sus países miembros están trabajando para hacer la transición desde modelos de desarrollo urbano lineales a modelos circulares que desvinculan la actividad económica del uso de recursos mediante la creación de sistemas de circuito cerrado que mantienen el valor y la utilidad de los productos y materiales durante el mayor tiempo posible.
La ciudad lanzó su estrategia Ámsterdam Circular 2020-2050 al comienzo de la pandemia, colocándola en el centro de sus planes para una recuperación verde y justa. Para alcanzar sus objetivos climáticos y reducir al tiempo la desigualdad, su estrategia circular se basa en la “economía donut” de la economista británica Kate Raworth, un modelo para crear bienestar para todos sin exceder la presión sobre los sistemas que sustentan la vida de la Tierra.
Milán: acción urbana para sistemas alimentarios sostenibles
Dado que el 80% de toda la comida que se produce a nivel mundial está destinado al consumo en áreas urbanas, las ciudades son motores clave de la transición a sistemas alimentarios sostenibles que puedan garantizar la seguridad alimentaria al tiempo que reducen las emisiones y protegen el medio ambiente.
Con el lanzamiento en 2015 del Pacto de Política Alimentaria Urbana de Milán (MUFPP, en sus siglas en inglés), el municipio de Milán ha estado liderando los esfuerzos para movilizar y unir a las ciudades en torno a objetivos políticos comunes para transformar la forma en que producimos, transportamos, comemos y desechamos los alimentos.
El Foro Global anual del MUFPP constituye un espacio importante para que las urben conecten, intercambien conocimientos y desarrollen visiones compartidas muy necesarias de los futuros sistemas alimentarios urbanos. Además, iniciativas como el MUFPP han ayudado a que las ciudades tengan voz en la política alimentaria internacional.
Redacción
En Positivo
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