La compañía Amazon ha cautivado a miles de millones de personas en todo el mundo con sus notables habilidades para fusionar la disponibilidad de productos, la tecnología y la experiencia del cliente.
La fórmula de éxito de la cultura Amazon sirve de inspiración a otras muchas empresas pero que difícilmente pueden competir con el gigante tecnológico.
La creciente dependencia de consumo de Amazon ignora, o domina, los problemas socioeconómicos que rodean a la empresa.
A la manera de los grandes reportajes literarios, Alec MacGillis disecciona en el libro que llega en español ‘Estados Unidos de Amazon’ la implacable compañía creada por Bezos y ofrece un relato desasosegante del brutal impacto que esta tiene en la vida de los ciudadanos.
A lo largo de su recorrido por Estados Unidos, el autor cuenta las historias de aquellos que luchan por sobrevivir a la sombra de Amazon y de cómo esta promueve las desigualdades, la gentrificación y la precarización.
El resultado es un relato íntimo del capitalismo contemporáneo, de un tejido social que se deshilacha a cada clic y del futuro que nos aguarda a los europeos.
El escritor y periodista equipara al fundador Jeff Bezos con otros magnates como los Rockefeller “que controlaba los ferrocarriles y producía petróleo, lo que significaba que podía aplastar a otros productores de petróleo porque tenían que usar sus ferrocarriles” describía en una entrevista para Baltimore Magazine.
Explica que el caso que representa Amazon no es solo un síntoma de una economía enferma (bajos salarios, alta rotación, empleos no sindicalizados, etc.), sino un impulsor de la desigualdad.
“Los trabajadores tardaron hasta la Segunda Guerra Mundial en organizar la industria del acero. Estamos de vuelta en el punto de partida. Otro está buscando antimonopolio. Es posible que dividir Amazon, Apple, Google y Facebook no disperse los negocios y la riqueza en todas partes, pero al menos podríamos terminar con cuatro Seattle en lugar de uno. O cuatro Silicon Valleys en lugar de uno”.
MacGillis considera que hay otros caminos posibles para un modelo más justo “a medida que las cosas se vuelven más seguras, debemos volver a los espacios públicos, las librerías y las salas de cine, no solo a los alquileres de Netflix. Fuimos por el otro lado por el bien mayor. Podemos elegir retroceder”.
ALEC MACGILLIS
Escritor y periodista. Es reportero de la plataforma de periodismo de investigación ProPublica y periodista independiente de otras publicaciones
Redacción
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