miércoles, 29 noviembre 2023

Tsunami solidario. JORGE DOBNER

El rebautizado como ‘Putler’, neologismo formado de los nombres del propio Vladimir Putin y del dictador nazi Adolf Hitler, sigue en su carrera bélica contra Ucrania y en extensión contra el mundo.

Políticos occidentales, expertos y hasta su biógrafo advierten del peligroso viraje del presidente ruso, que vive desconectado de la realidad, totalmente enajenado y que parece quiere abocar a todos a una III Guerra Mundial.

Sin embargo tan acostumbrado en su narcisismo en hacer y deshacer  a su antojo no se esperaba el nivel de resistencia que ha encontrado esta vez a todos los niveles.

Existe toda una revuelta solidaria en el mundo: a nivel político, social, deportes, espectáculos etc., desde  Rusia al resto de países que nos hace mantener la esperanza para frenar y derrocar a Putin y sus lacayos.

Este tsunami solidario no ha hecho más que crecer progresivamente en los últimos días a medida que la deriva totalitaria e inhumana de Putin ha ido tomando forma.

El hecho de cobrarse la vida de inocentes civiles en Ucrania le está dejando aislado en sus propósitos, perdiendo los favores de los que antes le encumbraron y con una popularidad bajo mínimos en su país debido al rechazo de la mayoría de rusos a sus últimos movimientos.

Las sanciones financieras y sin precedentes de la UE, Reino Unido, EE.UU y de la mayoría de países a la banca rusa desconectándola de la plataforma internacional de pagos interbancarios SWIFT le están acorralando.  Igualmente estas sanciones se amplían a las exportaciones a Rusia y cierre del espacio aéreo a las aerolíneas rusas.

Incluso oligarcas y políticos, grandes sostenes del régimen, están empezando a pedir el fin del conflicto bélico – pues están viendo cómo el conflicto les arrebata parte de su patrimonio – y por ende empiezan a cuestionar a Putin.

Es el caso de Mijaíl Fridman, ucraniano que fundó el banco privado más grande de Rusia, el Alfa Bank. También el millonario ruso dedicado al aluminio, Oleg Deripaska, o la persona más rica de Rusia, Alexey Mordashov, que pidió una salida rápida del conflicto y que se detenga el derramamiento de sangre.

Asimismo el papel de China está siendo importante, en la medida que como aliado natural, no ha avalado la invasión de Rusia a Ucrania, al tiempo que se propone como mediador. Pekín carece de capacidad para sustituir al mercado europeo y de voluntad de irritar a Bruselas. En este sentido China está haciendo prevalecer sus propios intereses y buenas relaciones internacionales al margen de las nefastas decisiones del gobierno ruso.

El principal opositor de Putin, Alekséi Navalni, símbolo de la disidencia rusa y que sobrevivió a un gravísimo envenenamiento, durante todos estos años ha soportado la represión desde el Kremlin y se ha erigido como líder de la rebelión contra el “loco zar”.

La misma ciudadanía rusa que en su momento cometió la torpeza de dar su apoyo a Putin hasta 2036 ahora está saliendo a protestar en la calle aún a riesgo de las detenciones arbitrarias llevadas a cabo.

Como ya hiciera en la primera Revolución de Febrero de 1917 cuando el pueblo se sublevó, el zar se vio obligado a abdicar y el antiguo régimen fue sustituido por un Gobierno Provisional.

La muestra de valentía de personajes relevantes de la sociedad rusa está ayudando a otros a manifestarse. Es importante el papel que están desempeñando estos modelos referentes, ídolos de diferentes sectores que no se están callando y alzan su voz.

Estos días emocionaba el sentido abrazo de dos cantes de ópera escenificando el sentir de muchos rusos y ucranianos que se oponen a la guerra.

Ekaterina Gubanova, mezzosoprano de Rusia, y Liudmyla Monastyrska, soprano de Ucrania, se abrazaron tras la última obra de ‘Aida’ en el Teatro San Carlo en Nápoles. Como telón de fondo, el público gritó “paz” mientras aplaudieron el gesto entre ambas artistas.

Asimismo la soprano Anna Netrebko, otra de las grandes estrellas de la ópera, aseguró estar “en contra de esta guerra”, al mismo tiempo que calificó la invasión como muy grave: “Soy rusa y amo a mi país. Pero tengo muchos amigos en Ucrania, el dolor y el sufrimiento en este momento me están rompiendo el corazón. Quiero que esta guerra termine y la gente pueda vivir en paz”, escribió en sus redes sociales.

También los cantantes Manizha o Sergey Lazarev, que fueron representantes de Rusia en Eurovisión, alzan la voz contra la guerra. Recientemente sancionada como país a no participar en la edición de este año.

Los deportistas rusos más reconocidos también se posicionan contra Putin. Los tenistas Medvedev, Rublev y Pavlyuchenkova, el futbolista Smolov y el ciclista Sivakovson son algunos de los más contundentes.

Asimismo la sociedad de occidente está respondiendo al hacer donaciones masivas o acogiendo a refugiados ucranianos que huyen de la guerra con Rusia. Distintas instituciones, empresas, supermercados…recogen comida, ropa o medicinas para ayudar a los ucranianos.

Putler se está quedando solo y es una buena noticia. El no tener los apoyos de los suyos puede suponer el principio del fin de esta locura.

La ola solidaria que vivimos está en el lado bueno de la historia.

JORGE DOBNER
Editor
En Positivo

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