El periodismo rara vez ha tenido una crítica más feroz, ni un practicante más fino que la escritora y periodista estadounidense Janet Malcolm, quien murió hace pocos días a los 86 años.
Durante sus casi seis décadas de trabajo, escribió muchos artículos, perfiles y ensayos que se publicaron primero en la revista The New Yorker, y luego como libros.
El trabajo de pocos periodistas ha tenido tanta influencia en la forma en que las personas pensaban sobre una variedad de temas: psicoanálisis, periodismo, biografía y derecho.
La colega de profesión Helen Garner, también novelista, escritora de cuentos, guionista y periodista australiana, hace un brillante retrato de Malcolm en el periódico The Guardian.
Tal y como la describe “Su trabajo es siempre provocativo, intelectual y moralmente complejo, pero nunca es pesado: es aireado, picante, recortado (…) Es una voz literaria, serena y seca, articulada y de paso libre, inspirada en el aprendizaje profundo pero llana en su dirección, y sobre todo intrépida, aunque no podría haber estado sin miedo, ya que la entiende tan bien en los demás”.
Autora de 12 libros, incluido El periodista y el asesino, una disección de la ética de la industria que abrió con una fanfarria espeluznante: “Todo periodista que no sea demasiado estúpido o demasiado lleno de sí mismo para darse cuenta de lo que está pasando sabe que lo que hace es moralmente indefendible”.
El libro Malcolm traza la historia real de una demanda entre Jeffrey MacDonald, un asesino convicto, y Joe McGinniss, el autor de un libro sobre el crimen. Elogiada como una de las “100 mejores obras de no ficción” de las bibliotecas modernas.
También el libro En los Archivos de Freud, un estudio de los egos que se empujan para redefinir el legado de Sigmund Freud que vio a Malcolm demandado por difamación por uno de sus entrevistados (finalmente ganó la lucha legal de una década); y Cuarenta y un intentos fallidos: Ensayos sobre escritores y artistas, su colección de piezas sobre artistas y escritores desde Vanessa Bell hasta JD Salinger, escritas principalmente para The New Yorker.
En La mujer en silencio, su estudio biográfico de Sylvia Plath, interroga a diversas personas que alguna vez tuvieron que ver con Silvia Plath para reconstruir la trama de recuerdos, especulaciones y habladurías. Sus encuentros con los biógrafos de Plath, la extraña manipulación del legado de la poeta celosamente vigilada por su esposo, los recuerdos de una amiga que estuvo con ella los últimos días de su vida, todo ello se lee como una novela de suspense en la que Janet Malcolm se involucra apasionadamente para conocer la verdad.
La gran calidad de su trabajo y su vigorizante sofisticación exigen nuestra atención. Toda su vida estuvo perfeccionando esta soberbia voz narrativa y analítica. Su obra merece ser revisitada.
Jana Wienerová, conocida como Janet Malcolm, fue una escritora y periodista estadounidense que trabajó en The New Yorker.3 Fue autora de los libros tan destacados como Psicoanálisis: la profesión imposible (1981), En los archivos de Freud (1984) y El periodista y el asesino (1990).
Redacción
En Positivo
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