La expresión de gratitud reporta un gran bienestar porque nos vuelve conscientes de todas las cosas buenas que tenemos. El poder levantarte, de gozar de buena salud para pasar el día y tener cubiertas las necesidades básicas ya es suficiente motivo.
Sin embargo desde Occidente muchas veces se nos olvida de la enorme suerte de disfrutar de comodidades y nos distancia de las verdaderas penurias de otras personas en riesgo de exclusión por pobreza y que sobreviven como pueden en países en vías de desarrollo.
Antes de quejarnos deberíamos contar hasta diez enumerando las cosas cotidianas que nos hacen felices y que por su repetición las hemos integrado como algo normales y nada exclusivo en nuestras vidas.
¿Eres un privilegiado y no lo sabes? En el siguiente vídeo puedes verlo de forma muy gráfica. Seguro que después de su visionado respondes a las cosas de muy diferente forma.
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