Empezamos un nuevo año. Las expectativas articulan buenos propósitos que quizá se convertirán en cambios. El primer beso, estrenar coche, un aniversario, una nueva relación o un nuevo año, son inicios que invocan expectativas positivas para los que vivimos en una cosmovisión positiva, es decir, los optimistas. Os confieso que cuando comienzo una nueva libreta de notas, no puedo evitar escribir con muy buena letra las primeras páginas.
Aprovecho la primera sesión con mis clientes como lo que es: un momento único e irrepetible en el que podemos disfrutar de las expectativas del inicio sin que los recuerdos del pasado ni el miedo del futuro nos hagan demasiado estorbo todavía. Me imagino que algunos pesimistas ahora mismo ya están a punto de dejar de leer porque consideran que las «expectativas, casi siempre, son falsas y cuando se apague la hoguera inicial descubriremos una desnuda y oscura realidad empeorada por el desencanto». La cita es literal y la he escuchado un muchas veces.
Mi respuesta también es la misma: Si te pones las vendas antes de las heridas, acabarás con la eficacia el carisma y la simpatía de una momia, es decir, ninguna.
Es una falacia evitar el entusiasmo del inicio para protegerte, mejor aún, se trata de una aporía: un argumento lógico que lleva a un absurdo que no se puede desmentir. Porque evidentemente si no haces nada, ni te imaginas nada, no te arrepentirás de nada.
Un propósito que personalmente considero inaceptable para el inicio del 2021 es el de «mejorar el 2020». Los deportistas saben muy bien cuál será el resultado del inicio de una competición sin imaginar el mejor resultado posible. El juego defensivo del Barça acaba a menudo en goleada en contra.
Es una obviedad que, en general, el año 2020 será recordado como un período a olvidar. No quiero relativizar el impacto negativo de la pandemia en nuestras vidas y aunque aportará valiosos aprendizajes, mejor no haber vivido esta realidad.
«Aunque nadie puede volver atrás y crear un nuevo comienzo, cualquiera puede comenzar a partir de ahora y crear un nuevo final», esta frase de Mary Robinson creo que se ajusta perfectamente al momento que vivimos. Utilicemos cualquier excusa como el inicio del año nuevo, para imaginar un nuevo final. Con este espíritu deseo de todo corazón que el año que estrenaremos sea el mejor año de nuestra vida.
Eduard Ramos
Coach certificado CPCC, consultor de gestión del cambio y comunicación interactiva. Ha ocupado puestos de dirección en empresas multinacionales y medios de comunicación. Socio fundador de Polinomi Media S.L. especializada en formación online y transformación digital. Es responsable de formación de nuestra Asociación En Positivo.
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