Es un clásico que con la entrada de nuevo año se empiece con buenos propósitos y la determinación de cambiar ciertos hábitos para mejorar nuestras vidas.
Pero no es menos cierto que las estadísticas reflejan que alrededor del 80 por ciento de personas fracasan en su intento y ya a mediados de febrero vuelven a los hábitos de antaño.
Las razones para fracasar son variadas: ya sea porque somos demasiado ambiciosos y elegimos grandes objetivos poco realistas, o que no tengamos el apoyo necesario para cambiar nuestros comportamientos.
La idea para que estos cambios de hábitos sea exitosa requiere de un mejor enfoque y comenzar poco a poco con Microsteps, que son acciones respaldadas por la ciencia, demasiado pequeñas para fallar que puede implementar en su vida de inmediato para lograr un cambio sostenible.
Así lo puso en práctica el Dr. BJ Fogg, director del laboratorio de diseño de comportamiento de la Universidad de Stanford, quien decidió mejorar su fuerza y comenzó haciendo dos flexiones después de cada viaje al baño de su casa.
Con el tiempo, agregó más flexiones. A veces hacía tres flexiones. El resto de días hizo 10. El volumen era irrelevante, lo que importaba era que estaba alimentando una de nuestras armas neurológicas más potentes: un hábito.
Hoy, sin pensarlo, el Dr. Fogg realiza más de 80 flexiones todos los días.
Para desarrollar su fórmula de construcción de hábitos, el Dr. Fogg destiló investigación de vanguardia en psicología, neurociencia, cambio de comportamiento y tecnología persuasiva en un sistema que él llama “Tiny Habits”.
Implica comenzar con cambios pequeños y alcanzables (dos flexiones), anclar un nuevo hábito a un hábito existente (sus viajes regulares al baño) y celebrar el progreso con emociones positivas.
Sea cual sea el hábito que te has propuesto cambiar puedes considerar estos consejos respaldados por investigaciones para mantener los nuevos hábitos en el tiempo.
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Conoce tu “por qué”
Para que una resolución se mantenga, tiene que ser importante para usted. Cuando sus resoluciones se conectan con un propósito más profundo, es menos probable que los obstáculos que se interponen en su camino (falta de tiempo, inconvenientes, distracciones) lo desvíen.
Cuanto más claros seamos acerca de por qué nos comprometemos con nuestras resoluciones, mayores serán las posibilidades de éxito.
2. Se específico
Es fácil decir que comenzará a meditar, dormir más o dedicar tiempo al cuidado personal, pero cuando realmente lo piensa, no hay nada muy específico sobre esos objetivos. Por eso la clave para transformar una meta en acción es considerar dónde, cuándo y cómo. Es decir, programar con exactitud.
3. Comunicar el cambio de hábito
Las investigaciones han demostrado que compartir sus metas y progreso con otros puede ayudarlo a motivarlo a cumplir sus propósitos. Cuando nadie se comunica con usted acerca de sus objetivos o espera con ansias las actualizaciones de su progreso, es fácil posponer algo. Apoyarse en un sistema de apoyo lo mantendrá honesto y enfocado.
4. Arraiga resoluciones en su identidad
En lugar de decidir hacer ciertas cosas, comprométase a ser quien quiere ser. En última instancia, las resoluciones que se basan en la identidad pueden ser motivadores mucho más importantes. Para cambiar tu comportamiento para siempre, debes comenzar a creer cosas nuevas sobre ti mismo. Necesitas desarrollar hábitos basados en la identidad, el nuevo Yo que quieres ser.
5. Cambia tu entorno
De quién (y de qué) te rodeas puede tener un gran impacto en si eres capaz o no de dar vida a tu resolución. Para prepararse para el éxito, tómese un tiempo para analizar su entorno. Una evaluación honesta de su entorno le dará algunas pistas sobre lo que debe cambiar para reforzar su hábito.
Redacción
En Positivo
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