Ser o no ser feliz, esa es la cuestión existencial. El conseguirlo depende en buena parte del desarrollo personal de cada persona pero también condiciona el medio ambiente donde desplegar todo nuestro potencial y llevar a cabo el proyecto de vida deseado.
El Informe Mundial sobre la Felicidad es una encuesta histórica que se realiza desde hace ocho años sobre el estado de la felicidad global y que clasifica a 156 países según el grado de felicidad que sus ciudadanos perciben a sí mismos.
El Informe Mundial sobre la Felicidad 2020 clasifica por primera vez a las ciudades de todo el mundo por su bienestar subjetivo y profundiza en cómo los entornos sociales, urbanos y naturales se combinan para afectar nuestra felicidad.
En la mayoría de las regiones del mundo, los niveles más altos de felicidad en las ciudades se pueden explicar por mejores circunstancias económicas y oportunidades en las ciudades. Aunque en varios de los países más ricos la población rural es más feliz que su contraparte urbana, las ciudades que combinan ingresos más altos con altos niveles de confianza y conexión tienen menos probabilidades de que sus evaluaciones de vida caigan por debajo del promedio nacional a medida que se vuelven más ricas.
Dicho informe evidencia el poder de un medio ambiente para elevar la calidad de vida promedio y reducir la desigualdad, lo que explica la mayor felicidad de los países nórdicos en gran parte en términos de alta calidad, a menudo ganada con esfuerzo de sus entornos sociales locales y nacionales.
La desigualdad del bienestar reduce significativamente las evaluaciones de vida promedio, lo que sugiere que las personas son más felices de vivir en sociedades con menos disparidad en la calidad de vida.
Los resultados que se muestran en el gráfico de arriba son sorprendentes. La distribución europea actual de la felicidad (mostrada en blanco y negro, con un valor medio de 7,09) cambia significativamente, con una media más alta y con mucha menos desigualdad si los niveles de confianza y conexión social de los países nórdicos existieran en toda Europa (como se muestra en verde de dos tonos, con un valor medio de 7,68). Las barras verdes más oscuras muestran los efectos del aumento de la confianza por sí mismos, mientras que las barras verdes más claras muestran lo que se agrega al tener niveles nórdicos de conexiones sociales.
De acuerdo a los resultados el ingreso per cápita y la esperanza de vida saludable tienen efectos significativos en las evaluaciones de vida, pero no, en estos datos promedio nacionales, en el efecto positivo o negativo. La situación cambia cuando se consideran variables sociales. Se puede ver que el apoyo social tiene efectos proporcionales similares en las emociones positivas y negativas que en las evaluaciones de la vida.
La libertad y la generosidad tienen una influencia aún mayor en el afecto positivo. Asimismo el afecto negativo se reduce significativamente con el apoyo social, la libertad y la ausencia de corrupción.
Aquí la clasificación por países:
Finlandia experimentó un modesto aumento en la felicidad de 2015 a 2017, y se ha mantenido aproximadamente en ese nivel más alto desde entonces. Como resultado, la caída de 2016 y la adición de 2019 impulsa aún más el puntaje promedio líder mundial de Finlandia.
Continúa ocupando el primer lugar por tercer año consecutivo, y con una puntuación que ahora está significativamente por delante de otros países entre los diez primeros.
Dinamarca y Suiza también han aumentado sus puntuaciones medias con respecto a las clasificaciones del año pasado y eso explica que se encuentren en el Top 3. Dinamarca sigue ocupando el segundo lugar. Suiza, con su mayor aumento, salta del sexto lugar al tercero. El tercer país del año pasado, Noruega, se encuentra ahora en el quinto lugar con un modesto descenso en la puntuación media.
Islandia ocupa el cuarto lugar; su nueva encuesta hace poco por cambiar su puntaje promedio de 3 años. Holanda cayó al sexto lugar, un lugar por debajo del ranking del año pasado. Los siguientes dos países en la clasificación son los mismos que el año pasado, Suecia y Nueva Zelanda en el séptimo y octavo lugar, respectivamente, ambos con pocos cambios en sus puntajes promedio. En noveno y décimo lugar se encuentran Austria y Luxemburgo, respectivamente. El primero es un lugar más alto que el año pasado. Para Luxemburgo, la clasificación de este año representa un movimiento ascendente sustancial.
Aquí la clasificación por ciudades:
Como puede verse las diez primeras ciudades están claramente dominadas por ciudades escandinavas: Helsinki (Finlandia) y Aarhus (Dinamarca) ocupan el primer y segundo lugar, Copenhague (Dinamarca), Bergen (Noruega) y Oslo (Noruega) el quinto, sexto y séptimo. Estocolmo (Suecia) queda noveno.
Así, más de la mitad de las diez principales ciudades del mundo según lo positivamente que sus habitantes evalúan actualmente sus vidas están ubicadas en Escandinavia. Lo que deja claro los beneficios de su modelo de estado de bienestar.
Dos de las diez principales ciudades se encuentran en Australia y Nueva Zelanda: Wellington, la capital de Nueva Zelanda, ocupa el tercer lugar y Brisbane (Australia) el décimo. Las únicas diez ciudades principales que no se encuentran ni en Escandinavia ni en Australia y Nueva Zelanda son Zurich (Suiza) y Tel Aviv (Israel).
Redacción
En Positivo
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