miércoles, 29 noviembre 2023

Lecciones que aprender del Coronavirus

Pronto se cumplirá un año desde que se detectará el paciente cero con el Coronavirus. El primer paciente contagiado por el Covid-19 se sitúa en China a fecha del 17 de noviembre del 2019, según el diario South China Morning Post. Un hombre de 55 años residente en la provincia de Hubei que identifica el primer contagio de animal a humano.

Se han necesitado meses para empezar a conocer con más exactitud acerca de su propagación, sobre los medios para limitarlo y las causas de las formas graves en que se manifiesta la enfermedad según los casos. Aún con todo todavía hay incógnitas por resolver, sobre todo en lo que concierne a una vacuna efectiva y segura, así como tratamientos cada vez más sofisticados para minimizar los efectos del Coronavirus en los pacientes de mayor gravedad.

Comienza el otoño y luego el invierno, dos temporadas que suelen tener muchos casos de resfriados y gripe. Ahora la preocupación también afecta al coronavirus ante una posible segunda ola.

“No podemos estar seguros del impacto de las condiciones invernales sobre el coronavirus. Algunas pistas sugieren una circulación más fácil, otras apuntan en la dirección opuesta”, recuerda Valéria Cagno, viróloga del departamento de microbiología y medicina molecular de la universidad de Ginebra.

Se sabe que otros coronavirus más conocidos, como los responsables de los resfriados prefieren el invierno. En el laboratorio, los virólogos estadounidenses han encontrado que la influenza (el virus de la gripe) se extiende más fácilmente en condiciones frías y secas.

De cualquier manera, no hay garantía de que el SarsCoV-2 se comporte de la misma manera. A razón de las pruebas, recuerda Valéria Cagno, a diferencia de otros virus, cel Coronavirus continuó abundando este verano en Europa, incluida España y el sur de Francia, en climas cálidos y secos.

Por ello, ante las dudas y efectos improvistos de una segunda ola, hay unas cuantas lecciones que hemos aprendido durante estos meses y que deberían servirnos en los siguientes.

Las pruebas antigénicas podrían cambiar las reglas del juego. En India, su adopción ha facilitado detectar 1 millón personas en un solo día.

“Estas pruebas detectan proteínas específicas, llamadas ‘antígenos’, en la superficie del virus y pueden identificar a las personas que se encuentran en el pico de infección, cuando los niveles del virus en el cuerpo es probable que sean altos”, explica la revista Nature.

Para completar la protección ante contagios, Francia ha validado el uso de pruebas de saliva, pero solo en casos de síntomas, porque son significativamente menos específicos, pero aún no están ampliamente disponibles.

Asimismo las pruebas serológicas qué pruebas de anticuerpos en la sangre también se deben utilizar, pero sirven para demostrar que una persona no ha entrado en contacto el virus, lo cual no es que le descarte de ser potencialmente contaminante.

En otro orden de cosas, ya no hay duda que las mascarillas se han convertido en una herramienta útil para protegerse a los otros y a uno mismo.

A principios de julio, 239 expertos de 32 países enviaron una carta abierta a la OMS para proporcionar la evidencia que el virus se puede transmitir por aire.

Paralelamente, se está trabajando para comparar la eficiencia de los materiales utilizados en mascarillas. La seda ofrecería más protección que el algodón o los sintéticos y el modelado japonés mostró que las viseras de plástico eran completamente ineficaces para atrapar aerosoles.

Hay que redoblar la responsabilidad, el mantener el  distanciamiento físico y uso de mascarilla. Todos estos ingredientes parece que juntos son necesarios para evitar una ola de contagios.

En invierno pasamos más tiempo en interiores, y sin embargo diversos estudios han demostrado que los espacios cerrados son más propicios para transmisión del virus de persona a persona. Por eso entre las medidas que se han instalado en muchos colegios es el ventilar las aulas cada cierto tiempo.

Otra consideración que no se ha conocido hasta meses después del inicio de la pandemia es que un individuo puede ser asintomático pero contagioso. Varios estudios han demostrado que las personas en las que el virus ha sido detectado, pero no presenta síntomas, puede transmitir la enfermedad.

Una sorpresa que deja este coronavirus y lo hace  “único de su tipo”, según el  científico Sung-Han Kim,de la Facultad de Medicina de la Universidad de Ulsan, Corea del Sur.

Todas estas consideraciones deben estar a disposición de la ciudadanía para actuar de forma responsable.

Redacción
En Positivo

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