De acuerdo a la RAE la palabra ‘Carne’ recibe varias acepciones y la más utilizada suele ser la referente a “carne comestible de vaca, ternera, cerdo, carnero, etc., y muy señaladamente la que se vende para el abasto común del pueblo”.
Sin embargo, hay otra acepción más amplía que puede ajustarse mejor al contexto que hoy vivimos “alimento consistente en todo o parte del cuerpo de un animal de la tierra o del aire, en contraposición a la comida de pescados y mariscos”.
Y es que a estas alturas con un movimiento vegetariano y vegano en auge sería incorrecto limitar el concepto de la carne a la producción animal.
En los últimos años acorde a un cambio de conciencia en el consumo están surgiendo cada vez más variedades de carne. Es el caso de la heura, conocida como ‘carne vegetal’, creada por la empresa Foods for Tomorrow y galardonada con el premio a la “startup” más innovadora por el Basque Culinary Center debido a la creación de este alimento vegano que imita la pechuga de pollo.
Según sus creadores forma parte de una tercera generación de proteínas vegetales, pues con innovadoras técnicas logran con la soja un alimento de textura, aspecto y hasta sabor, muy parecido al pollo.
También es el caso de las hamburguesas ‘in vitro’. Ya hace seis años Mark Post, farmacéutico de la Universidad de Maastricht presentó al mundo el resultado de la investigación que logró desarrollar carne en laboratorio.
Todos estos avances responden a una revolución en el cambio de nuestra dieta y también en una transformación en cómo entendemos el mundo.
Si bien es cierto que la transformación sería mayor de no haber ciertos obstáculos. En EE.UU, el país donde más carne animal se consume, en los últimos tres años la industria agrícola viene reivindicando a los legisladores en unos 25 estados que presenten proyectos de ley para impedir que los productos de carne alternativa se etiqueten como carne, se opone a esta posibilidad.
La verdadera razón parte del interés de la industria cárnica en las etiquetas de los alimentos es que sienten su negocio amenazado por el aumento de popularidad de la carne no animal. No en vano, las ventas de carne vegetal sumaron un total de 939 millones de dólares, un aumento del 18 por ciento a lo largo del año anterior.
Según la OMS recomienda un consumo moderado de carne animal dentro de una dieta equilibrada para no incrementar el riesgo de padecer cáncer colorrectal.
En este sentido, la industria de la carne no animal es una alternativa como libre elección del consumidor para tener más posibilidades, pero también como una opción muy válida para en base a la sostenibilidad paliar el hambre en el mundo.
Redacción
En Positivo
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