La incertidumbre entre la población es una de las principales consecuencias de la crisis de la pandemia mundial por el Coronavirus. Incertidumbre sobre el día después, la salida escalonada tras el confinamiento, si habrá vuelta a la normalidad o los efectos reales a nivel socioeconómico.
Los países tienen la difícil tarea de dar certidumbre a la población y demostrar una gestión lo más eficaz posible con medidas solventes. Un reto, sin duda de enorme importancia, sabiendo que se trata de una crisis sin precedentes por el alcance global de la misma.
La ayuda de expertos con rigor científico-técnico está siendo fundamental en el asesoramiento de los gobiernos para salir cuanto antes hacia delante. Por eso, más que nunca hay que poner en valor las nuevas ideas de los visionarios que son capaces de ofrecer soluciones en estos momentos.
Es el caso del gurú tecnológico Peter Diamandis, entre esas personas que más apuestan por los avances de la tecnología como impulsora de grandes beneficios y de abundancia en la sociedad.
Fundador y presidente ejecutivo de la Fundación XPRIZE y fundador ejecutivo de Singularity University, está siendo especialmente activo en estos momentos sobre ideas para hacer frente al Coronavirus.
En la más reciente entrada a su blog describe las razones por las que tiene esperanzas, incluso optimismo, así como 3 cosas en las que los empresarios deberían centrarse en este momento.
No por ello, deja de reconocer la dificultad y el dolor que muchos enfrentan durante esta pandemia.
El desempleo y las bancarrotas alcanzarán niveles récord inexplorados, y los sistemas hospitalarios ahora están sobrecargados, teniendo que tomar decisiones desmesuradas sobre quién vive y quién muere.
Sin embargo, hay razones para el optimismo a largo plazo.
1) La raza humana nunca antes se había enfrentado a un enemigo SINGULAR. ¡Y estamos respondiendo, al unísono, en números récord!
Según mis estimaciones, entre 100 y 200 millones de médicos, científicos, enfermeras, tecnólogos e ingenieros están combatiendo a esta pandemia.
Realizan decenas de miles de experimentos en paralelo y comparten información con una transparencia y a velocidades que nunca antes habíamos visto.
Estos avances pueden parecer engañosamente pocos en este momento, pero se están iniciando miles de experimentos improvisados y enfoques terapéuticos adicionales a nivel mundial, en hospitales, consultorios médicos y laboratorios de investigación.
A medida que estos experimentos dan fruto y producen datos, tengo pocas dudas de que experimentaremos un tsunami de soluciones que interrumpirán y diezmarán esta pandemia.
Un fragmento de un artículo reciente de NYTimes resume perfectamente este optimismo:
“Mientras los líderes políticos han cerrado sus fronteras, los científicos han estado rompiendo las suyas, creando una colaboración global como ninguna en la historia. Nunca antes, dicen los investigadores, tantos expertos en tantos países se concentraron simultáneamente en un solo tema y con tanta urgencia. […]
Unidos por la urgencia, los científicos están dejando de lado el territorialismo específico de la nación, el secreto de la investigación y la política de publicación académica.
2) Podría haber sido MUCHO peor: estaremos preparados para la próxima vez.
Imagine si el virus COVID-19 tuviera la tasa de mortalidad del Ébola (25% a 90%), o incluso el SARS (11% +), mientras mantenía su alta tasa infecciosa.
Mucha gente trata este virus hoy como si fuera una sentencia de muerte. Sin embargo, no es para la gran mayoría de las personas.
Pienso en COVID-19 como una “práctica de pandemia”, que nos hace brutalmente conscientes de los puntos de falla y los vínculos débiles en nuestro sistema económico, complejo de atención médica y canales de comunicación.
3) Hay oportunidades convincentes por delante …
Estamos en medio de un colapso económico provocado por el miedo y los virus, pero una vez que lleguemos al otro lado, habrá oportunidades increíbles para los empresarios. Estas oportunidades toman tres formas:
Primero, innumerables empleados sobresalientes están perdiendo sus trabajos (y mi corazón está con ellos), y cuanto más rápido digitalicemos, más pronto se podrá aprovechar este talento extraordinario, recientemente disponible en el futuro cercano;
En segundo lugar, múltiples activos están disponibles rápidamente, muchos de los cuales pueden reenfocarse en aplicaciones de mayor valor; y,
Tercero, ¡el mercado de valores pronto estará maduro con las mejores oportunidades de compra que hemos visto en una docena de años!
En pocas palabras, después del colapso económico de 2008, lo que siguió fue un período de crecimiento económico. Lo que también siguió fue el nacimiento y el auge de los modelos de negocio revolucionarios y las nuevas empresas.
Es posible que tengamos otros “años veinte rugientes” en camino (una vez más), uno que eleva a toda la sociedad.
Redacción
En Positivo
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