El movimiento Slow Food pone el foco de atención en comer de forma consciente, valorando la calidad, la procedencia de las materias primas y el modo de cocinarlas.
El movimiento Slow Food se inició en los años 1980 por Carlo Petrini y por un grupo de activistas con el objetivo inicial de defender las tradiciones regionales, la buena alimentación, el placer gastronómico, así como un ritmo de vida lento.
Concretamente se creó en Italia en 1986 después de una manifestación que tuvo lugar en el futuro emplazamiento de un McDonald’s, situado a los pies de la Plaza de España, en Roma. Más tarde, en 1989 el movimiento se expande internacionalmente y en París se firma el Manifiesto de Slow Food.
Tras dos décadas de historia, el movimiento ha evolucionado para dar cabida a una aproximación global sobre la alimentación, que reconozca las fuertes relaciones existentes entre nuestros alimentos, nuestro planeta, las personas, la política y la cultura.
Hoy Slow Food representa un movimiento global que implica a miles de personas y proyectos en más de 160 países. El movimiento tiene más sentido como antagonismo a la cultura del exceso del fast food.
La última iniciativa de Slow Food es la campaña mundial Meat the Change para cambiar los hábitos alimentarios de la gente.
El objetivo es aumentar la concienciación de la gente, reducir el consumo de carne, beneficiar al medio ambiente y a la salud y apoyar a los ganaderos que crían en armonía con la naturaleza, respetando los animales y los ecosistemas.
El hecho de comer menos carne y de mejor calidad significa dar respaldo a las granjas sostenibles que garantizan la calidad de la carne porque anteponen el bienestar de los animales, que pueden moverse libremente por pastos abiertos y se alimentan con comida orgánica.
La ganadería sostenible contribuye a la reducción de la deforestación, el uso de suelo y la desertificación. Puede ayudar a salvar la biodiversidad y a mejorar la fertilidad del suelo. Cuando la cría se lleva a cabo en pastos, un número menor de animales tiene un impacto menor en el clima. En este sentido, esta campaña pretende promover un estilo de vida respetuoso con el medio ambiente y el clima, empezando por un consumo de carne adecuado.
En contraposición, el consumo excesivo de carne de ganadería intensiva basada en un modelo industrial es un gran problema, tal y como demuestran numerosos estudios e informes. Según la FAO, el sector ganadero —que emite el 14,5 % de la cantidad total de gases de efecto invernadero— es una fuente importante de gases que alteran el clima y acapara un tercio del suelo del planeta, que se utiliza para producir mil millones de toneladas de forraje.
Para más información: Slow Food
Fuente original: Meat the change
Redacción
En Positivo
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