La franja de gaza es un polvorín. Después de un fin de semana de violencia que se ha saldado con al menos cuatro muertos israelíes y 23 palestinos, el conflicto vuelve a la tregua.
Todo un espejismo, cualquier chispa puede encender de nuevo la mecha.
Así es como ocurrió el pasado viernes cuando residentes de Gaza comenzaron a protestar por los controles que tiene Israel sobre los accesos del territorio.
Las protestas se tornaron en violencia y un atacante armado disparó e hirió a dos soldados israelíes junto a la valla fronteriza. A continuación Israel respondió con un ataque aéreo en el que fallecieron dos palestinos.
Después de 71 años de conflicto y dolor, israelíes y palestinos seguirán conviviendo para intentar poner distancia a estos sucesos intermitentes en el tiempo.
Al margen de los enfrentamientos existen varios proyectos para tender puentes y fomentar el diálogo entre los ciudadanos de a pie.
Es el caso del programa Tech2Peace para salvar las diferencias entre estas dos comunidades.
El programa dirigido por estudiantes y voluntarios reúne a jóvenes israelíes y palestinos para aprender habilidades técnicas (diseño gráfico y 3D, creación de sitios web, desarrollo de aplicaciones) y participar en diálogos de resolución de conflictos.
Tomer Cohen, cofundador de Tech2Peace, es israelí y participó en campamentos de paz cuando crecía en Israel, pero descubrió que, una vez que terminaron los programas, desaparecieron las amistades que se habían desarrollado. Los jóvenes de ambos lados volverían a sus vidas normales.
Es entonces, cuando él y otros cofundadores israelíes y palestinos pensaron en formas en que podrían fomentar las alianzas a largo plazo entre los jóvenes, y se les ocurrió esta idea de darles habilidades para la vida que les permitan continuar trabajando juntos.
No es el único programa destacado que quiere caminar hacia la reconciliación.
El centro tecnológico de Rawabi también funciona en la cooperación y la coexistencia de Ingenieros palestinos de software de la ciudad de Gaza, Ramallah y Rawabi en Cisjordania y compañías israelíes de alta tecnología.
Rawabi Tech Hub actúa como un ejemplo de conexión a través de la industria entre israelíes y palestinos.
Esta cooperación no solo es vital para superar las barreras entre los pueblos, sino que puede actuar como un factor de influencia masiva para un cambio positivo en las economías locales.
Cada vez es más evidente que la resolución de este conflicto nacerá de la propia iniciativa de la sociedad civil y la presión que puedan ejercer a los gobiernos.
Por eso es tan importante los proyectos de paz y cohesión social para cerrar las heridas aún abiertas. Será cuestión de tiempo, tanto israelíes y palestinos saben demasiado de paciencia. En este sentido las nuevas generaciones pueden ser una esperanza para cerrar de la mano definitivamente el conflicto.
Cristina Grao Escorihuela
Redacción