El fundador de Microsoft, Bill Gates, ha sido uno de los grandes precursores en reciclar los excrementos para nuevos usos. Entre sus proyectos financió una máquina capaz de transformar las heces humanas en electricidad y agua potable, que el propio Gates hizo el alarde de probar.
También desde hace unos meses centra sus esfuerzos en crear un nuevo inodoro que convierte las heces en fertilizante sin agua.
Pero la utilidad de las heces – por muy escatológico que parezca – alberga grandes posibilidades en beneficio de la sostenibilidad ambiental.
Es el caso de la peculiar iniciativa de la ciudad portuaria pakistaní de Karachi que introducirá autobuses de funcionamiento más limpio impulsados por los excrementos de vaca.
A través del Fondo Verde Climático Internacional se podrá financiar este proyecto que se extiende en una red de Tránsito Rápido de Autobús Verde (BRT, por sus siglas en inglés) de cero emisiones, con 200 autobuses alimentados con biometano.
Se prevé que esta red de autobuses pueda estar en funcionamiento en 2020 y su último objetivo es ayudar a reducir la contaminación y el ruido de las transitadas calles.
La red atenderá a 320.000 pasajeros diariamente y reducirá las emisiones de carbono en 2.6 millones de toneladas durante los próximos 30 años.
Además supone un impulso al sistema público del país que en los últimos años viene sufriendo una grave crisis: “El sistema de transporte público (de Karachi) se ha derrumbado por completo y la mayoría de la gente tiene que usar los servicios de taxis”, explica Afzal Ahmed, de 45 años, quien trabaja como representante de ventas médicas.
Si todo va bien se espera que el proyecto pueda exportarse a otras ciudades del país, e incluso el mundo, para sentar las bases de un sistema de transporte urbano climáticamente inteligente.
En especial Pakistán debe impulsar este tipo de proyectos para desalentar el uso personal de vehículos, aliviando la condensación de emisiones y mejorando así la calidad del aire, y por ende la salud pública.
Solución: una red de autobuses sostenibles en pleno funcionamiento que recicla los excrementos como carburante. Esta es una alternativa eficaz para reducir la contaminación, especialmente en países en vías de desarrollo, ya que tienen más necesidades de optimizar sus recursos.
Para más información: Karachi BRT
Fuente original: Futurism
Cristina Grao Escorihuela
Redacción