En medio de la polarización política en EE.UU hay muchos ciudadanos que echan de menos a su ex presidente Barack Obama (encuestas al respecto lo confirman). Un sentimiento que se extrapola a todo el mundo. Su talante aperturista, sosegado y capacidad para alcanzar acuerdos desde el multilateralismo se reivindica más que nunca.
5 de noviembre del 2008. El primer presidente afroamericano sorprendía al mundo con un discurso fresco, reformista y cargado de ilusiones resumido en su famoso lema “Yes we can” que luego se popularizó por todo el planeta.
Apostar por este estilo político no era fácil en un momento en que ya se había desencadenado la crisis del 2008 tras la caída del gigante financiero de Lehman Brothers. Sin embargo la esperanza del cambio era más fuerte que el miedo.
“Resistamos la tentación de recaer en el partidismo y mezquindad e inmadurez que han intoxicado nuestra vida política desde hace tanto tiempo” subrayaría Obama en su discurso inaugural, entre otras muchas frases para el recuerdo que hoy deberían tener una segunda vida.
En una suerte de alienación planetaria En Positivo daba en esos mismos días sus primeros pasos. Hace 10 años desde que fundamos este proyecto pionero en Periodismo de Soluciones a contracorriente, cuando el derrotismo era ostensible y, Obama y pocas más voces se atrevían a cambiar en positivo las dinámicas.
Cuán necesario es poner en valor los avances, las soluciones y sus promotores para seguir estimulando el progreso en nuestras sociedades modernas. Con posterioridad diversos estudios nos han dado la razón sobre este enfoque posibilista y complementario de la información como antídoto a la depresión e inmovilismo.
Si el cambio empieza por nosotros mismos, hagámoslo posible. La industria del periodismo está procesando esta máxima incorporando (en parte) esta nueva lectura de la realidad de las soluciones y sus protagonistas. Pero aún queda camino por andar.
En mi libro Verdades Cambiadas (2011) desengranaba las causas de la crisis del 2008 de triple orden (económica, tecnológica y ética). Quizás en este tiempo no hemos acelerado del todo las transformaciones sociales necesarias en sintonía a los avances tecnológicos, implantado medidas más innovadoras en economía, aprendido de los errores éticos. Siempre se está a tiempo o el tiempo nos pondrá en su sitio.
Sin embargo no hay que desmerecer los esfuerzos que se han hecho y siguen persistiendo; que se plasman en grandes avances sociales, científicos, tecnológicos…y que habida cuenta revalorizamos en nuestro medio.
Resulta sintomático como en todos los periodos de grandes transformaciones encuentra la reacción de aquellos que se resisten al cambio. Ese temor al reformismo progresista se constata en el ascenso de Trump al poder en EE.UU, movimientos nacionalistas nostálgicos del pasado e incompetentes ante el globalismo, populismos con recetas añejas para dar solución a problemas muy contemporáneos y complejos.
Ahora, a diferencia de hace 10 años, se han sumado muchas más voces. Un alud de analistas, profesionales contrastados en su sector y personalidades en todo el mundo que evidencian que el mundo está mejor: cómo y por qué.
Es el caso del científico Matt Ridley, el polifacético canadiense Steven Pinker, el divulgador Johan Norberg, el médico Hans Rosling, el historiador Yuval Noah Harari, el empresario y filántropo Bill Gates, la editora Arianna Huffington o la abogada y ex primera dama Michelle Obama. Es solo una muestra de la oleada de optimistas que actúan pensando en el futuro.
Nos felicitamos de estar cada vez más acompañados por estas voces de autoridad, pero también por las audiencias ávidas de inspiración y razones para poner en marcha sus proyectos responsables y de impacto social, levantarse simplemente cada mañana para llevar adelante su día a día.
Los expertos informan acerca de los avances de tal magnitud que se vivirán (ya se están desarrollando) en la próxima década en plena Cuarta Revolución Industrial.
Debemos estar preparados para respirar en consonancia a este contexto, adaptarnos, aprovechar las oportunidades que nos brinda y quizá en el escepticismo no alcanzamos ver, regularizar y legislar, y construir sobre cimientos sólidos de valores como la transparencia, responsabilidad social y empatía.
Desde En Positivo esperamos seguir estimulando las soluciones que alientan el progreso. Pongamos cada uno una semilla para poder ver esos cambios positivos en el tiempo.
Jorge Dobner
Editor de En Positivo
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