lunes, 11 diciembre 2023

El joven héroe que quiere salvar los océanos

La aplaudida portada de National Geographic con una bolsa de plástico como iceberg en el océano representa bien la actual situación de contaminación en los mares. Se calcula que 9 millones de toneladas de residuos plásticos van a parar al océano anualmente.

Mientras que el uso práctico de las bolsas apenas dura un promedio de 15 minutos, su vida anómala en los océanos puede perdurar hasta 450 años al tratarse de desechos inorgánicos.

Por suerte una mayor conciencia social está movilizando cada vez a más ciudadanos implicados en la lucha por unos océanos y mares libres de plásticos y contaminación.

Es el caso del joven holandés Boyan Slat, quien con solo 24 años es el promotor de un ambicioso proyecto para limpiar la basura entre California y Hawai en el corazón del Océano Pacífico.

Este compromiso medioambiental nació en él cuando a los 16 años, durante una inmersión en Grecia, vio más bolsas de plástico que peces. Posteriormente abandonó sus estudios de Ingeniería Aeroespacial para volcarse en su proyecto, The Ocean Cleanup en 2013, entidad sin ánimo de lucro que desarrolla tecnologías avanzadas para eliminar el plástico de los océanos.

Desde su fundación este proyecto ha llevado a cabo una campaña de crowdfunding que ha recaudado más de 31,5 millones de euros en donaciones para financiar 60 barreras de flotación libre en el Océano Pacífico para 2020. Los ingenieros involucrados ya han desplegado un dispositivo de recolección de basuras para corralizar la basura plástica flotante.

“El plástico es realmente persistente y no desaparece por sí solo, luego el momento de actuar es ahora”, argumenta Slat, agregando que los investigadores de esta organización descubrieron que el plástico existente se remonta a los años 60 y 70.

El sistema de limpieza consta de una barrera flotante en forma de U y una pantalla de 3 pies de profundidad, con la intención de actuar como una línea de costa atrapando las piezas de plástico que flotan en la zona. Consta de luces de energía solar, cámaras, sensores y antenas satelitales, que comunica su posición en todo momento para que un buque de apoyo recoja el plástico periódicamente y lo transporte a tierra con el fin de su reciclaje.

A pesar de que la tecnología está muy estudiada los ingenieros tendrán que ajustar algunos detalles sobre el área de actuación. Las barreras flotantes están preparadas para resistir las duras condiciones climáticas y el desgaste constante del oleaje. Se prevé que permanezcan dos décadas en el agua para así recoger el 90 por ciento de la basura presente.

El sistema dispone de una pantalla y no una red para evitar perjudicar a las especies marinas, no obstante se despegará un bote de biólogos marinos para comprobar su funcionamiento no tenga daños colaterales en la vida marina.

Cristina Grao Escorihuela

Redacción

 

Recibe nuestro boletín semanal
con lo más positivo de los medios

Opiniones

Descarga gratuita

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.
Privacidad