En un mundo tan competitivo en que se prioriza la consecución de objetivos, en algunos casos los seres humanos nos olvidamos de vivir como personas para convertirnos en autómatas.
Pero las consecuencias de un ritmo frenético afectan a nuestro cuerpo y mente, luego no es raro que una contracorriente del bienestar esté fomentando un nuevo estilo de vida slow.
Las personas adultas somos cada vez más conscientes de revertir esta situación, pero ¿Cuál es el futuro que esperan a las próximas generaciones?
Aunque importante, no todo se valora por el nivel de formación y metas materiales, igual de importante es enseñar a los niños/as unos valores sólidos, en definitiva a ser personas.
El Dalai Lama, uno de los maestros del bienestar interior y felicidad, quiere enseñar sus sabías lecciones en esta materia.
El líder espiritual ha llegado a un acuerdo con las autoridades estatales para implantar en Delhi, India, un “currículum de la felicidad” en el plan de estudios de las escuelas.
“India es el único país que puede incorporar la educación moderna al ancestral conocimiento indio. Esto es necesario para hacerle frente a las emociones destructivas del mundo”, explicó el líder espiritual.
A su vez reclama las antiguas prácticas de la sabiduría india para cultivar una mente tranquila y tolerante (conocida como shamantha) y la percepción (yipashanya) generan un sutil entendimiento de los mecanismos de la mente.
Las “clases de felicidad” recién se han iniciado y constan de un período diario de 45 minutos con varias actividades y ejercicios mentales enfocados en cómo mantenerse feliz.
Cada período empieza con una sesión de cinco minutos de meditación, seguidos de prácticas de concienciación, de gratitud e historias y actividades basadas en valores y morales.
Unos 800.000 estudiantes desde el nivel de guardería hasta el octavo grado participarán en el programa.
Cristina Grao Escorihuela
Redacción