Quizás porque el momento es peliagudo, el mensaje que Emmanuel Macron ha lanzado este jueves a la Unión Europea desde la ciudad alemana de Aquisgrán ha sonado como una alarma. “No seamos débiles, no nos dividamos, no tengamos miedo, no esperemos”, ha dicho el presidente francés al recibir el Premio Carlomagno, una recompensa al europeísmo que marcó la campaña electoral con la que llegó al Elíseo hace ahora un año al imponerse a la ultraderechista Marine Le Pen.
El presidente francés ha dejado nuevamente clara su apuesta por una Europa soberana, fuerte, unida y con valor suficiente para reaccionar sin que otros tomen las decisiones en su lugar.
Leer más: El Periódico