Frente a otro tipo de modelos existe una sólida corriente de opinión que defiende la economía del conocimiento como valor seguro en el crecimiento exponencial de cualquier país.
Al más puro estilo visionario ya lo dijo todo un Presidente de Estados Unidos, el célebre George Washington “no hay nada que pueda merecer mejor promoción que la ciencia y literatura. El conocimiento es en todos los países la base más segura de la felicidad pública”.
El llamado I + D se sustenta principalmente en el capital humano, overnight viagra en este caso los científicos e investigadores que con su labor contribuyen al progreso y avances significativos de la sociedad.
Cada año, más de 9 millones de académicos en esta materia publican sus hallazgos en revistas especializadas que publican según estimaciones alrededor de 2 millones de documentos.
Con esta pródiga producción, el mayor reto es evaluar la calidad de cada trabajo. Una estrategia es concentrarse en los trabajos de investigadores propios, en la medida en que han asistido, inspirado o impugnado a otros profesionales. De esta forma, los trabajos amparados en esta norma ganan una distinción clara cuando otros autores a pie de página explicitan los informes en su obra posterior.
Este enfoque se materializa en el último informe de Thomson Reuters bajo el titulo “Las mentes científicas más influyentes del mundo“, que cubre las principales áreas de la ciencia y las ciencias sociales, en la presentación de los investigadores que, en sus respectivos campos, han contribuido notablemente en un elevado número citada en un período reciente de diez años.
Por segundo año consecutiva encabeza esta lista Stacey B. Gabriel, del Instituto Broad del MIT y Harvard, a causa de sus contribuciones para el importante proyecto del Atlas del genoma del cáncer, que proporciona descripciones moleculares de los tumores de varias partes del cuerpo.
Le sigue el debutante Henry J. Snaith, físico de la Universidad de Oxford conocido por su trabajo en células solares de perovskita para potenciar la tecnología de la energía solar. La triada en el pódium se completa con Christopher J. Murray, profesor de salud mundial en la Universidad de Washington y director institucional del Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME). En este caso es reconocido por desarrollar varios métodos y estudios para medir la calidad mundial de la salud.
Aquí la lista de los 10 primeros científicos más influyentes:
1) Stacey B. Gabriel, del Instituto Broad del MIT y Harvard (Genómica)
2) Henry J. Snaith, de la Universidad de Oxford (Física/Materiales)
3) Christopher J. Murray, de la Universidad de Washington (Salud mundial)
4) Eric S. Lander, del Instituto Broad del MIT y Harvard (Genómica)
5) Gad Getz, del Instituto Broad del MIT y Harvard (Genómica)
6) Matthew Meyerson, del Instituto Broad del MIT y Harvard (Genómica)
7) Michael Grätzel, de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Materiales)
8) David (Xiong Wen) Lou, de la Universidad Tecnológica de Nanyang (Química/Materiales)
9) Alan D. Lopez, de la Universidad de Melbourne (Métrica de Salud)
10 ) Theo Vos, de la Universidad de Washington (Salud mundial)
Cristina Grao Escorihuela
Redacción