Científicos de 500 ciudades de todo el mundo, entre ellas Barcelona, Madrid, Sevilla, Granada y Girona, participan este sábado en la “Marcha por la Ciencia”, que se celebra por primera vez para reivindicar la importancia de la ciencia y “reformular” su relación con la sociedad y la política.
Esta iniciativa nació en EEUU en respuesta a la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca e inspirada por el éxito de la ‘Marcha de las mujeres’.El pasado mes de enero, un grupo de investigadores decidió que los científicos necesitaban su propia movilización para protestar “contra la institucionalización de las pseudociencias y el negacionismo”, según explica Jonathan Berman, doctorando de la Universidad de Texas y uno de los impulsores de la iniciativa. La relación del actual presidente con gran parte de la comunidad científica ha sido tensa desde el principio.
Durante la campaña, Trump repitió en distintas ocasiones que el cambio climático no era más que “un bulo, organizado por China” para restar competitividad a la economía norteamericana. El nombramiento de Scott Pruitt a la cabeza de Agencia de Protección Medioambiental (EPA) confirmó esta postura. Pruitt no sólo niega que las emisiones de CO2 influyan en el calentamiento global, sino que también aboga por la salida de EEUU del Acuerdo de París.
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