jueves, 01 junio 2023

Cómo luchar contra el racismo

Aunque el simple hecho de escuchar la palabra ‘’racismo’’nos incite a recordar momentos históricos del pasado, en pleno siglo XXI aún siguen produciéndose nuevas reacciones racistas y xenófobas causadas en muchas ocasiones por disputas e ideologías políticas.

Uno de los ejemplos más recientes es el resultado del Brexit, el referéndum celebrado el pasado 24 de junio, cuya fecha podría pasar a la historia como el día que Reino Unido decidió abandonar la Unión Europea.

Esta situación ha provocado todo tipo de bromas racistas y otros comportamientos de los grupos ingleses más radicales, que pasan de la broma a considerarse como hechos xenófobos y han aumentado estas últimas semanas.

La frase ‘’extranjero vete a casa’’ no para de escucharse por todos los rincones de Reino Unido como la nueva frase de moda incomodando a extranjeros, por no hablar de las agresiones físicas de algunos grupos radicales.

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Lo mismo ocurre en el otro lado del océano, Donald Trump, el presente candidato del Partido Republicano estadounidense no tiene escrúpulos a la hora de expresar su opinión. Su elogio hacia la matanza de terroristas por Saddam Hussein o algunos detalles antisemitas en su discurso y en las redes sociales, están alimentando el sentimiento racista de sus seguidores, que al igual que en el caso de Reino unido, finalizan en actos xenófobos y agresiones físicas en medio de la calle.

La educación es uno de los medios más efectivos para solucionar el problema del racismo, siempre y cuando se de la enseñanza correcta entre los más pequeños. Enseñar los valores de tolerancia y respeto a un niño así como el conocimiento de las diferentes culturas, puede ayudar a terminar con el racismo en un futuro.

Entre las medidas inmediatas, la intervención en un ataque xenófobo puede ayudar a frenar acosos posteriores. En tres sencillos pasos podemos, según la revista Quitz, podemos conseguirlo:

1.      Encontrar el coraje para enfrentarnos al grupo en defensa de la víctima en lugar de quedarnos mirando. La mayoría tiene miedo de entrometerse pero si lo hace uno, el resto le unirá para frenar el ataque tanto verbal como físico. Si no nos atrevemos, siempre podemos hacer una llamada, pedir ayuda o grabar la situación con una cámara.

2.      Hacerlo bien. Una vez que decidamos intervenir no debemos perder los nervios, debemos pedir ayuda siempre que sea posible.

3.      Alejarnos del agresor si la situación se está complicando, alejar a la víctima del xenófobo para evitar mayores agresiones y sobre todo, informar a las autoridades con pruebas al ser posible.

Se trata de un tema tan complicado como sencillo al mismo tiempo, el hecho de intervenir y ayudar a las víctimas podría frenar el aumento de los ataques racistas.

Aiste Bereckyte
Redacción

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