El líder espiritual y el líder político más poderosos del planeta se unieron este miércoles en la lucha contra el cambio climático y en defensa de los inmigrantes y los refugiados. El papa Francisco y el presidente Barack Obama solemnizaron en la Casa Blanca una alianza que también abarca el deshielo con Cuba y las políticas para reducir las desigualdades. Obama recibió a Francisco en una ceremonia multitudinaria en la Casa Blanca que inauguró el primer viaje del pontífice argentino a Estados Unidos, país con casi 70 millones de católicos.
Después de cuatro días en Cuba, donde decidió mantener un perfil inusualmente bajo para no molestar al régimen, Jorge Mario Bergoglio decidió aprovechar la libertad para enviar mensajes muy nítidos sobre sus propósitos en Estados Unidos.