A pesar de su importancia el histórico acuerdo nuclear liderado por Barack Obama con Irán no ha pasado con tanto ruido. Sin embargo como explica Miquel Roca i Junyent, ex político vinculado a Convergència Democràtica de Catalunya y uno de los siete padres de la actual Constitución española, en caso de fracaso las críticas no tardarán en desmerecer el premio Nobel de la Paz que Obama ya empieza a legitimar.
Obama, ahora sí.
Con el acuerdo con Irán, Obama ha demostrado ser un presidente de coraje. Si el acuerdo tiene una continuidad positiva, nunca se valorará ni será reconocida. Efectivamente, si, como consecuencia de este acuerdo, la amenaza de una guerra nuclear se aleja, nunca será evidente que la causa sea esta.
Se podrá decir que la amenaza no era cierta, que otros factores han ejercido un papel decisivo en la ausencia de guerra, etcétera. La paz raramente tiene protagonistas reconocidos. La consideramos como el escenario más normal cuando la historia demuestra que esto no es verdad. La paz es un premio que no se acostumbra a atribuir a nadie.
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Esta es la máxima irresponsabilidad: convertir el escenario del mundo en una mesa de póquer. Jugar con el miedo y arriesgar así el drama. “No cederemos”. “Somos los más fuertes”, dicen los intransigentes republicanos, sin valorar el coste del farol o de la fuerza amparada al servicio de un orgullo que no lleva a ningún lado.
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Artículo completo: La Vanguardia
Miquel Roca i Junyent
Político y uno de los siete padres de la actual Constitución española