Luego del protagonismo que ocupó Pepe Mujica durante su mandato, gracias a las peculiaridades de su persona (entre las cuales brotaban la honestidad, el compromiso con los necesitados y la coherencia) Tabaré Vázquez ocupó la nueva escena política que sería la continuación de la profunda transformación que acarrea a Uruguay la puesta en marcha constante del Frente Amplio.
10 años de un partido político que se propuso renovar la identidad uruguaya y poner al país nuevamente en el mapa. Su principal objetivo: utilizar a la arquitectura social y su reforma como principal motor de arranque y continuación.
El puntapié inicial lo dio Tabaré en su primer mandato, en 2005, con un registro histórico en las tierras charrúas: más del 16% de la población estaba desempleada, un 40% por debajo del umbral de la pobreza y una multiplicación significante del trabajo precario.
En solo 8 años, durante la gestión de Vázquez y Mujica, el Frente Amplio logró disminuir el desempleo a un 6%, incrementó el ingreso medio de las pensiones en un 48% y regularizó el trabajo informal y la sindicalización de trabajadores.
Crecimiento económico y reducción de la pobreza son el estandarte típico de todo partido de índole progresista. El Frente también incluyó en sus haberes mejorar la cobertura médica de la población y el acceso a la vivienda.
Más de 12000 viviendas fueron construidas, se integró un sistema de cobertura sanitaria al 100% de la población y se efectivizaron propuestas destinadas a la equidad social (con trabajos específicos destinados a la canasta alimentaria básica, la inserción laboral, el incentivo a jóvenes NINI, etc).
En el presente, el nuevo gobierno que preside desde noviembre de 2014 deberá continuar con la estela de éxito que ha logrado en la infraestructura social pero necesitará destinar parte de sus fuerzas a los problemas medioambientales de la nación (como las madereras, las pasteras extranjeras y el cuidado de los acuíferos).
José Mujica, según el parecer internacional que le otorgó su lugar en el estandarte del gobernante más humilde, pobre y popular de mundo, ha sido el principal promotor de la austeridad y la decencia que se necesita para empezar con toda una población. Desde lo más bajo, para romper con los límites más descabellados.
Agustín Lorenzo
Redacción
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