sábado, 02 diciembre 2023

Ser feliz, el ingrediente secreto es la amabilidad

Cada vez la tecnología está más presente en nuestro día a día, lo que está ocasionando que nuestras interacciones sean menos personales. Este efecto, en inglés es conocido como “global cooling”, lo que en español se denominaría enfriamiento global. La solución a este problema es sencilla: necesitamos más amabilidad.

El psicólogo italiano y autor de The Power of Kindness (El poder de la amabilidad), Piero Ferucci, advierte sobre los peligros que el “global cooling” conlleva. A medida que aumenta nuestro contacto con la tecnología, nuestras formas de comunicación se van volviendo menos personales. La búsqueda de la eficiencia y el beneficio se imponen al corazón, y el calor humano y la presencia genuina se apagan poco a poco.

Por eso, Ferucci asegura que necesitamos practicar más la amabilidad, tanto para los demás como para nosotros mismos. El psicólogo explica que, quizás la amabilidad sea inefectiva. Claro está que ayudar a una anciana a cruzar la calle no va acabar con el hambre en el mundo, o que recoger una botella en la playa no va a impedir que al día siguiente se lancen diez más. Pero eso no importa, porque se trata de reafirmar unos principios, de establecer un nuevo modo de vida basado en buenas intenciones.

Para ello, Ferucci sugiere dos herramientas: la empatía y la atención. La gente que sufre encuentra dificultades a la hora de hacer un buen uso de los consejos, diagnósticos, interpretaciones e intervenciones, pero aun así necesitan empatía. Cuando tenemos la sensación de que alguien intenta ponerse en nuestro lugar, nos resulta más fácil dejar ir al sufrimiento y seguir adelante.

Según Ferucci, podemos pensar que las enfermedades mentales nacen a partir del dolor y los traumas. Pero la peor enfermedad es la negación de nuestras propias virtudes. Negar nuestra creatividad, nuestra alegría o nuestra amabilidad es una importante causa de sufrimiento. Nelson Mandela dijo que nos asustamos de nuestra propia belleza, de nuestra propia luz. Y quizás, eso, nos haga cada vez más pequeños y dependientes.

A pesar de ello, Ferucci piensa que aún hay esperanza. Asegura, que si el mundo todavía no se ha desmoronado es precisamente gracias a la amabilidad.

María Bofill García
Redacción

Leer más:
La eterna lucha entre el bien y el mal 

Recibe nuestro boletín semanal
con lo más positivo de los medios

Opiniones

Descarga gratuita

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.
Privacidad