La Puerta del Sol de Madrid fue el enclave e inicio del todo, allí brotó el movimiento 15-M cuya protesta e ideales de cambio pasarían algunos años hasta cristalizar en representación política. Luego en España irrumpe el partido “Podemos” quien sabiendo la existencia de un reducto vacío ha sabido empatizar con el sentimiento de aquellos indignados. Porque la identificación ha sido una de las claves para que de momento el grupo liderado por el carismático Pablo Iglesias haya logrado tal conexión con parte del pueblo.
Ellos “la casta política” frente a nosotros, es decir la creación de un lenguaje propio que potencia el sentimiento de pertenencia y que hace la distinción respecto al común de los dirigentes. Un discurso potente y personalizado que destaca más si cabe atendiendo la nadería en la que muchas veces los políticos se sumergen y que ahora se difunde en libro, no en uno sino dos.
En “Conversación con Pablo Iglesias (Podemos, de la calle a Bruselas” el periodista y amigo Jacobo Rivero se acerca a la persona y líder para tratar algunos de los temas que más preocupan a la ciudadanía, sus ideales y propuestas de solución al respecto:
“Nosotros tenemos una voluntad de gobierno desde el principio, no es solo una voluntad destituyente de lo que existe y que nos ha llevado a la ruina, es una voluntad constituyente, queremos hacer políticas públicas. Hemos hecho un programa con medidas que aplicar desde la primera semana de gobierno…” explica Pablo Iglesias en uno de los extractos.
Mientras en “Curso urgente de política para gente decente” el politólogo y escritor Juan Carlos Monedero vuelve a reincidir en la idea del empoderamiento ciudadano cuando habla de entender las políticas sociales y económicas y participar activamente en ellas desde nuestro entorno más inmediato.
Dicen que la historia es cíclica, no alcanza un siglo cuando el joven José Ortega y Gasset cuestionó las viejas políticas de entonces. Denunciar el status quo, luchar por el reconocimiento de los derechos…objetivos que no difieren tanto de los de ahora.
Cristina Grao Escorihuela
Redacción