No es casual, el hartazgo se ha convertido en estallido. Si hace pocos años el nacimiento de nuevos movimientos sociales como el 15 – M “Indignados” u Occupy Wall Street se concebían como buenas propuestas pero un tanto utópicas, ahora éstas no solo gozan del reconocimiento suficiente sino lo que es más significativo: tienen posibilidades reales de dinamitar el status quo.
En las Elecciones Europeas de este año vimos como en España la nueva formación “Podemos” sorprendía a propios y extraños cosechando 5 escaños para el Parlamento Europeo, cuya propuesta lejos de ser testimonial aseguran posicionarse como alternativa al bipartidismo.
Pero no solo ellos, la última en sumarse a esta revolución democrática es la plataforma Guanyem Barcelona que liderada por la conocida Ada Colau, quien fuera portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), pretenda arrebatarle la alcaldía de Barcelona a Xavier Trias (CiU) en las elecciones municipales del próximo mes de mayo.
Un objetivo ambicioso que nace de la “confluencia” de múltiples sensibilidades, que no unificación – como han querido recalcar en su presentación en el colegio público Collaso i Gil (barrio del Raval) – pero que es sobre todo fruto de la reinvención de las instituciones desde abajo, algo que Colau conoce bien de acuerdo a los logros conseguidos en la paralización de desahucios.
Sin necesidad de buscar la aceptación del establishment u apoyo de otras formaciones Guanyem Barcelona está dispuesta a emprender la batalla por su cuenta con la intención de representar a la buena parte de la ciudadanía descontenta “Vivimos un tiempo de cambios y una crisis de régimen que no incorpora a las clases populares”, dijo el abogado Jaume Asens, también involucrado en el proyecto.
El sentido del movimiento —añadió Colau— es conseguir el poder municipal “pero no para ocupar los cargos que ocupan otros sino para ponerlo al servicio de los ciudadanos”.
Cristina Grao Escorihuela
Redacción
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