La memoria es frágil, nos ciega el aquí y ahora olvidando así el pasado. En ocasiones también selectiva como antídoto a los recuerdos dolorosos, acontecimientos que borramos de nuestra mente con el mejor propósito unido al instinto de supervivencia. Y sin embargo mal que pese a veces recordar permite activar los circuitos de la empatía.
Curiosamente en un estudio de la Universidad de Valencia (UV) los investigadores demostraron que las conexiones cerebrales entre la empatía y violencia son parcialmente similares, luego no hay nada como fomentar la empatía para inhibir cualquier agresión.
Más que oportuno en estos momentos en que la inmigración se ha vuelto una cuestión beligerante. Tal es el caso de España donde ha saltado el escándalo a raíz de la muerte de 15 inmigrantes en un intento de entrar en Ceuta junto con otros 400 subsaharianos y acusación de las prácticas disuasorias llevadas a cabo, con pelotas de goma y gases lacrimógenos.
Las llamadas “devoluciones en caliente” denunciadas por diversas ONG’s han puesto el dedo en llaga sobre presuntas irregularidades en la frontera. En contradicción se condena el acceso ilegal de extranjeros cuando la operación salida se rige por las mismas reglas del juego.
Pues urge contemplar aquello de para dar ejemplo primero hay que ser ejemplar.
Tampoco las costas italianas se salvan de esta quema. En Lampedusa cada año se sucede la tragedia de inmigrantes provenientes de Siria, Eritrea, Somalia, Etiopía y Egipto escapando a menudo por razones ajenas a su voluntad debido a la raza, religión, opinión política o pertenencia a un grupo social determinado.
Lejos de apaciguar las aguas partidos de ultraderecha aprovechan dichas circunstancias para encender el debate en un afán populista e invitar a la confrontación. Ya se sabe en río revuelto ganancia de pescadores, lección que los ultraderechistas tienen bien aprendida.
Uno de los casos más representativos es la líder del Frente Nacional Marine Le Penn que dejó a las claras su postura al respecto “Ya no hay sitio para los inmigrantes en Europa” siendo la menor de las respuestas.
Lo peligroso es que en una Francia también convulsa el Frente Nacional va ganando posiciones, según advierte el sondeo por TNS Sofres, el 34 por ciento de los franceses a día de hoy votarían a este partido, lo que podría otorgarle el triunfo en las próximas elecciones europeas.
Cabe recordar que ya en las elecciones del 2002 el padre de Marine, Jean-Marie Le Penn – de tal palo tal astilla – consiguió acceder a la segunda vuelta. Un hombre que entre otras lindezas dijo que la ocupación nazi de Francia “no fue particularmente inhumana” y que “las cámaras de gas fueron un detalle de la historia”.
No hace tanto que en los campos de concentración seres humanos quedaban reducidos a la ceniza, los afortunados huyeron de su país natal gracias a la colaboración internacional y solidaridad de gente valiente.
Porque la memoria histórica puede ser la tabla de salvación para no caer en los mismos errores, ponernos en los zapatos del otro.
Algunos más que poca memoria parecen sufrir amnesia ¡Qué los recuerdos no se los lleve el tiempo!
Jorge Dobner
Editor
En Positivo