El poder de los pensamientos sobre el agua.
Los seres humanos somos esencialmente agua, entre un 70-80% de nuestro cuerpo. Disolvente, fecunda, cambiante…el agua es el más receptivo de los elementos.
Inspirado por la mística del agua, el japonés Masaru Emoto quiso desvelar su estructura molecular y el modo en que le influyen las vibraciones de pensamientos, sonidos o palabras.
Para ello llevó a cabo una serie de experimentos con agua, aplicándole estímulos mentales y fotografiando los resultados a través de un ultramicroscopio. Podemos apreciar como el agua adopta una forma muy bella, una especie de cristal iluminado, después de recibir la bendición de un monje budista Zen.
El sr. Emoto también pegó ciertas palabras evocadoras (el Chi del amor, gracias…) sobre botellas de agua destilada y luego las dejó a la intemperie toda la noche. Cuál es la sorpresa al ver la imagen de agua pura destilada, la esencia de sí misma. Por contra en otras imágenes el agua adquiere un color oscuro y forma amorfa, por ejemplo bajo las palabras “Me das asco, te mataré”. No importa el idioma sino el valor de cada palabra y la vibración natural que acompaña a esa emoción.
De acuerdo a su teoría “El pensamiento humano, las palabras, la música, las etiquetas en los envases, influyen sobre el agua y ésta cambia a mejor absolutamente.
Si el agua lo hace, nosotros que somos 70-80% agua deberíamos comportarnos igual”, manifiesta Emoto.
Metáfora de cómo los pensamientos llegan a influir, pues la mente se puede convertir en aliada o la peor enemiga. Aquí el vídeo que hace un recorrido a los mensajes del agua. Promete sorprendernos.
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Cristina Grao Escorihuela
Redacción
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La vida a través del agua
