La amabilidad es una buena compañera.
Para muchas personas puede sonar algo esotérico que escribir cartas anónimas pueda mejorar la salud mental… pero es cierto, o eso se extrae de las recientes investigaciones que han realizado Lynn Alden y Jennifer Trew, de la Universidad de British Columbia.
El experimento sociológico consistía en pedir a voluntarios con altos niveles de ansiedad social que llevaran a cabo actos de amabilidad.
“Se trataba de darle un pequeño regalo a alguien, de ir a buscarlo al trabajo, o visitar a alguien enfermo, o darle las gracias a un conductor de bus. En realidad, eran actos relativamente pequeños”, dijo Alden.
El tratamiento más habitual para el trastorno de ansiedad social es la terapia cognitivo-conductual.
Es más frecuente en mujeres que en hombres y suele originarse en la adolescencia.
Tienen pánico a la repercusión social de sus hechos: se ponen colorados, sudan, tiemblan, tienen palpitaciones, tensión muscular y sienten pinchazos en el estómago.
La terapia típica se basa en fomentar en los pacientes a que se enfrenten a sus temores y que hagan cosas nuevas cada día para superar su temor social.
En el experimento de la doctora Alden, se le pidió a un grupo de voluntarios con ansiedad que desempeñaran pequeñas tareas que “desafiaran sus creencias” durante cuatro semanas.
Los resultados fueron positivos: estaban más satisfechos al ser amables y al haber hecho algo por los demás.
La amabilidad es Internacional
La “Ofensiva de la Amabilidad”, una iniciativa con sede en Londres, organiza eventos de generosidad y fomenta actos de amabilidad desde el año 2008.
De todas maneras, la doctora Alden dice: “No creo que vaya a convertirse en una terapia en sí misma, pero puede ser la clase de actividad que puede integrarse como parte de un tratamiento más amplio”.
Los actos de amabilidad son importantes pero como complemento a la terapia.
Alejandro Miralles
Redacción
Fuente: BBC Mundo
