Robin Hood ayuda a los pobres con impuestos.
Once de las economías más grandes de Europa han firmado un acuerdo con el propósito de crear un impuesto, que va a desviar una parte del dinero de las grandes empresas a buenas causas.
A principios de este año, Francia implementó un impuesto sobre las transacciones financieras (ITF), también conocida como la “tasa Robin Hood”, y ahora Alemania, España, Italia, Austria, Bélgica, Portugal, Grecia, Eslovenia, Eslovaquia y Estonia han seguido su ejemplo. Los activistas de la Robin Hood Tax consideran esto como un logro significativo después de sólo tres años de campaña.
En Francia, por ejemplo, se ha aplicado un impuesto del 0,2% sobre las transacciones financieras que realizan las empresas por valor de más de 1000 millones de euros y tienen la intención de utilizar el dinero para ayudar a combatir la pobreza mundial y promover la sensibilización sobre el VIH.
“Es una alternativa muy necesaria a la austeridad y puede ayudar a recaudar decenas de miles de millones de euros al año para ayudar a los que viven en la pobreza”, dijo un portavoz de la campaña Robin Hood Tax.
El Reino Unido no ha aplicado el impuesto, pero los activistas pretenden mantener la presión sobre el gobierno.
“La negativa de Gran Bretaña para respaldar el impuesto ha dejado mucho que desear a medida que Europa se mueve al hacer que los bancos paguen su parte justa”, dijo el portavoz. “La buena noticia es que este grupo de países europeos demuestra lo que ya sabíamos: este impuesto es una gran idea, que puede ser implementada y no tiene por qué ser global para trabajar”.
Esta idea puede crear puestos de trabajo y a la vez mermar el poder financiero.
De todas manera, este impuesto no es suficiente y aún queda mucho por recorrer para evitar situaciones injustas.
Alejandro Miralles
Redacción