Finalizó en Madrid el II Congreso internacional de la Feliciidad organizado por Coca-Cola.
Un patrocinio que seguramente tiene intereses de marketing, pero que no deja de ser un aporte positivo a la sociedad para estimular el aprendizaje y un mayor conocimiento del tema de la felicidad.
Sería deseable que muchas otras companías del tamaño de Coca-Cola, destinasen más esfuerzos de este tipo a estimular lo positivo de la vida y menos a estimular la ideología del malestar en los medios de comunicaciones que hoy se empeñan en transmitir tantas malas noticias mostrándonos sólo, una parte de la realidad.
Para En Positivo, una acción positiva que merece todo nuestro reconocimiento.
Bajo el Lema «La felicidad es más si se comparte», se clausuró hoy, en los Teatros del Canal, el II Congreso Internacional de la Felicidad, organizado por el Instituto Coca-Cola de la Felicidad. Se han reunido científicos, teólogos y pensadores para hablar de las motivaciones que hacen que la gente se sienta feliz.
«Las verdaderas razones de la felicidad están en todas partes», dijo Eduardo Punset, divulgador y científico. Este ponente, que inauguró el congreso, puso como ejemplo el dormir. «Es necesario dormir», al aludir que está demostrado que aquellos que duermen mejor pueden ser más felices. Añadió que la «felicidad es la ausencia del miedo».
La segunda intervención de la tarde estuvo a cargo de Luis Rojas Marcos, catedrático en psiquiatría de la Universidad de Nueva York. Disertó sobre «Protectores de Nuestra Felicidad» y sostuvo que la felicidad «está en los genes y que todos tenemos potencial para ser felices».
Indicó que la felicidad es «la satisfacción con la vida en general» y que por lo tanto «no depende de un hecho, ni de un momento, sino que es un estado de animo que nos dice que la vida merece la pena».
Rojas Marcos sostuvo que entre los principales protectores de la felicidad se encuentran «las conexiones afectivas con otras personas, el ejercicio físico, la resiliencia -capacidad de asumir situaciones límite y sobreponerse a ellas-, la adaptación, el pensamiento positivo, la autoestima y el sentido del humor».
El ponente destacó que «las personas que piensan que pueden hacer algo ante situaciones adversas de la vida, protegen más su felicidad», a diferencia de otras que esperan «que sea lo que Dios quiera». Puso como ejemplo aquellas personas que sabiendo que no pueden cambiar la crisis, buscan alternativas para amortizar el impacto de la misma en ellos y en sus familias.
Juan Luis Arsuaga, catedrático de paleontología de Universidad Complutense de Madrid, conferenció sobre «El cielo son los otros: La evolución social». Habló de los orígenes del hombre y sus antepasados e instó a la audiencia a que cada día intente aprender algo nuevo. «No hay nada que me haga más feliz que aprender, busquen conocimiento y eso les dará una fuente inagotable de felicidad», dijo
«Inversión»
Esta mañana se realizó una mesa redonda sobre «Invertir en felicidad», moderada por el periodista José María Íñigo. En ella participarán la oncóloga infantil Blanca López Ibor, el filósofo Javier Sadaba , la director del colegio de México, Almuena Armijo, y el doctor en psicología y escritor Javier Urra.
Un papel estelar tendrán Matthieu Ricard, monje budista, conocido como el hombre más feliz del mundo, y Sor Lucía Caram, teóloga y monja argentina de la Orden de Predicadores.
Finalmente, compartieron sus experiencias también Jaume Sanllorente, fundador de la ONG Sonrisas de Bombay, y Rafael Matesanz, jefe del servicio de Nefrología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, director de la Organización Nacional de Trasplantes.
Juan Manuel Castillo Zamora
Fuente: ABC