La marca de ropa H&M ha hecho público que se compromete eliminar las sustancias químicas peligrosas de sus tejido para el año 2020 como muy tarde. De esta manera, la empresa sueca se une a otras marcas como Puma, Nike y Adidas para eliminar de sus procesos de fabricación de prendas de vestir químicos como el nonilfenol exotilatos, un químico que al descomponerse libera nonilfenol, un agente contaminante que produce alteraciones hormonales en los seres vivos.
El gigante textil ha sucumbido ante la masiva campaña en redes sociales, combinada con acciones de marketing de guerrilla, que ha venido realizando Greenpeace desde hace unas semanas, y ha confirmado su compromiso con el “Plan de Acción DETOX” para eliminar las sustancias peligrosas tanto del proceso de producción de la ropa, como de sus componentes.
Greenpeace ha enviado emails de agradecimiento a todas las personas que han apoyado esta campaña, aunque nosotros también tenemos mucho que agradecerle a esta ONG por la enorme presión que ha ejercido sobre estas empresas durante más de 10 semanas. A mediados de agosto Greenpeace presentó el informe “Trapos sucios” en el que revelaba que 14 marcas internacionales (entre las que se incluye a H&M, Adidas y Lacoste), son responsables de la contaminación de ríos en China y en todo el planeta, porque utilizan químicos peligrosos en sus procesos de fabricación. Resulta dramático que millones de personas vivan cerca de fábricas en todo el mundo sin saber qué productos químicos tóxicos y a menudo invisibles están siendo vertidos a sus aguas.
El compromiso de H&M va más allá y por primera vez hará pública la información sobre las sustancias químicas que las fábricas de sus principales proveedores, de China y otros países, vierten al medio ambiente. Según Luis Ferreirim, de la campaña de contaminación de Greenpeace, será la propia H&M quien hará público este primer paquete de información en 2012, con la supervisión de Greenpeace.
Según Ferreirim, este hito se ha logrado a través de una agresiva campaña en Facebook, Twitter, etc, mediante la cual se presionaba a H&M a través de cientos de miles de socios y simpatizantes de Greenpeace en todo el mundo para que se adhiriera al Plan, seguido de una acción de marketing de guerrilla en la que se llevaba a cabo un “rebranding” de las tiendas en las principales ciudades de cada país, colocando grandes pegatinas con la inscripción: “Descontaminad nuestro futuro”. En España, la iniciativa se llevó a cabo en la tienda principal de H&M en la Gran Vía madrileña.
Según Ferreirim, la masiva respuesta ciudadana y la participación y implicación de la gente en redes sociales es una“cuestión de movilización, porque son cosas que les influyen, y tiene el valor añadido de que otras empresas ya lo han seguido”, por lo que la decisión de H&M “podría marcar tendencia, crear una competencia” entre marcas que quieran rentabilizar una campaña tan importante como ésta en responsabilidad ecológica.
La razón por la que H&M es un jugador clave en la campaña de desintoxicación de Greenpeace es que los suecos son vistos como un catalizador para el cambio más amplio en la industria de la confección. Esto significa que otras marcas de ropa más importantes podrían seguir el ejemplo de la empresa.
Ahora, la ONG tiene el punto de mira en el resto de las grandes empresas textiles a las que apuntaba en su informe “Trapos Sucios 2” : se trata de Lacoste, Ralph Lauren, Calvin Klein, Abercrombie & Ftich, G-Star Raw, Kappa, Uniqlo, Youngor y la china Li-Ning. Si su establecimiento utiliza sustancias químicas peligrosas, ¡es el momento de desintoxicarse!